El secretario de Relaciones con el Poder Judicial del Ministerio de Seguridad, Darío Ruiz, el hombre encargado de lo relacionado con el fútbol, reiteró que no habrá hinchas visitantes en el próximo torneo y la idea es que se empiece a levantar la veda recién cuando esté totalmente en marcha el sistema AFAPlus o alguna alternativa de control de ingreso del público, con sistema biométrico. “En la Copa Argentina no hay problemas porque son dos o tres partidos en un día. En algunos casos tenemos que acompañar la llegada de visitantes, pero son una o dos parcialidades. En un fin de semana de campeonato, en cambio, hay 40 partidos de todas las divisionales, por ejemplo, en provincia de Buenos Aires. Hay que acompañar 40 hinchadas visitantes.” Por otra parte, Ruiz estuvo a cargo del operativo del Mundial: “Fueron deportados 118 argentinos, de los cuales 50 integraban la lista que nosotros remitimos de personas con antecedentes de violencia en el fútbol” (ver aparte).

Cuando habla de la veda de visitantes, Ruiz siempre hace referencia a que es una medida provisoria. “Piense lo que significa un fin de semana en Capital Federal y Gran Buenos Aires –le dice a Página/12–. Hay que disponer de una cantidad enorme de efectivos si se toma la decisión de que vuelvan los visitantes. El problema no es un partido o dos o tres, como en la Copa Argentina. Estamos hablando de 30 o 40 en un solo fin de semana. Piense que en la provincia de Buenos Aires se juega el campeonato de Primera, el Nacional B, la B Metropolitana, la C y la D, pero además el Argentino A y el Argentino B. Es un despliegue inmenso y acompañar el público visitante requiere de una cantidad enorme de efectivos. Hoy en día nosotros vemos que la violencia disminuyó, pero no podemos aceptar la vuelta de los visitantes hasta que no tengamos un sistema serio de control de ingreso.”

–¿Qué significa un sistema serio de ingreso?

–Ahora el control de ingreso es visual y el sistema AFAPlus no está implementado. Eso no es ninguna garantía: que los controles tengan en la cabeza los rostros o los perfiles de las personas que no pueden entrar es imposible. En la actualidad ya hay sistemas antropométricos que dan una certeza de quién ingresa y que esa persona esté habilitada para ingresar. Si eso se pone en marcha, nosotros empezaremos a estudiar la forma de levantar esta situación provisoria de prohibición del público visitante.

A mediados de 2013 se prohibió la presencia de visitantes a raíz de varios hechos de violencia pero, principalmente, por la cantidad de efectivos que se necesitaban para el traslado de las hinchadas. Si Tigre jugaba en La Plata, el Ministerio de Seguridad bonaerense debía disponer un sistema de custodia del público desde el norte del Gran Buenos Aires hasta la capital provincial. Pero ese acompañamiento se repetía en una gran cantidad de partidos en un mismo territorio. “Distinto es en la Copa Argentina. Se jugó en San Juan un día, en Salta otro y en algunos casos no hizo falta acompañar a ese público que iba a distintos distritos provinciales. En cambio, en una fecha de los campeonatos Apertura o Clausura se juegan tres o cuatro partidos en Capital Federal y decenas en la provincia de Buenos Aires”, explicó Ruiz.

“Impedir el ingreso de los que tienen antecedentes violentos es una clave –redondeó el funcionario–. Y no podemos depender de métodos artesanales. Hoy la tecnología está muy avanzada en todo esto. Hay sistemas que identifican al público de manera fehaciente, con criterios antropométricos. Eso, combinado con el sistema AFA Plus, puede ser un camino.” Los sistemas antropométricos son ya utilizados en muchísimas empresas: por ejemplo, se coloca el dedo en un visor y se identifica de inmediato quién es la persona en función de un gigantesco archivo en el que ya figuran los datos, incluso de las huellas digitales, a partir de la inscripción hecha en el AFAPlus.

Por supuesto que después estarán todos los complementos. Por ejemplo, en el Ministerio de Seguridad evalúan que el 80 por ciento de los problemas los causan los que van sin entradas y patotean para ingresar. Para ello, como en los dos últimos mundiales, en lugar de molinetes, hay estructuras grandes en las entradas que impiden saltar por arriba. La alternativa de dirigentes que dejan entrar a barras por otro lado se intentará contrarrestar de varias maneras, una de ellas a través de la renovación de las cámaras de seguridad. Hoy las que tienen una parte de los clubes son obsoletas. En estos días, el legislador porteño Gabriel Fuks presentó un proyecto por el cual en la Capital Federal todos los estadios deberán tener butacas en el ciento por ciento de las ubicaciones, poniendo como fecha para que las obras estén cumplidas el primer semestre de 2016.

“Nada será sencillo –admiten en el Ministerio de Seguridad–. Es un trabajo en el que se irá avanzando. No es sólo policial. Tiene que ver con cambiar cosas en la dirigencia, en los estadios y también la Justicia. Pero son años de desidia que tenemos que revertir.”

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