Por Alejo Diz

Desde hace tres años vive en Cuba, alojado en un confortable predio ubicado a quince kilómetros de La Habana. Su círculo íntimo es estrecho y fiel. Sólo hace declaraciones en un programa de televisión de Italia en donde trabaja como columnista. Diariamente recibe llamados de todas partes de mundo requiriéndole una entrevista. No se niega porque ni siquiera se entera de quién lo llama. Pero con la complicidad imprescindible de sus allegados, Página/12 conversó con Diego Armando Maradona. La promesa era consultarlo sólo por su posible visita a Rosario para participar de los festejos por el centenario de Newell’s, a cumplirse el 3 de noviembre. Pero luego aceptó seguir el diálogo para hablar de fútbol.
“Creo que mi cumpleaños (el 30 de octubre) lo voy a pasar en China. Por eso no sé si voy a ir a Rosario para festejar con la gente de Newell’s. Pero me encantaría ir.”
–¿Te vas de gira con Boca?
–No, no, no. Ese tema se manejó muy mal. No voy a ir con Boca de gira. Se confundieron conmigo (muestra cierto malestar). Dejalo ahí.
–¿Seguís el fútbol argentino?
–Sí, lo sigo un poco. Pero veo que no se está jugando bien. Ahora apareció este chico Tevez que es un fenómeno. Aparecen figuras. Lo que no hay son buenos espectáculos.
–¿Y dónde se juega el mejor fútbol?
–Mirá, en Inglaterra hay buenos partidos, pero hay poco fútbol. En Italia ahora tenés menos figuras pero sigue siendo el fútbol más difícil para jugar. Y en España sólo están las estrellas. Pero ya no se ve el fútbol de otros tiempos. En mi época se jugaba mejor. Mirá, en Inglaterra hay buenos jugadores y se destacan. En Italia ya no tenés tantas estrellas pero allá hay mucha pasión. El tano es increíble.
–¿El fútbol inglés explotó por su show mediático o por el juego que muestra?
–En Inglaterra se juegan partidos entretenidos. Pero es un fútbol que ahora tiene muchos extranjeros y por eso por ahí tiene más trascendencia. Pero yo no veo que la figura del Chelsea, por ejemplo, haya nacido en el Chelsea. ¿Entendés lo que digo? Hay grandes figuras pero son todos traídos de afuera. También se puede ver al Arsenal, que dicen que es fantástico. Pero pasa lo mismo que los otros equipos: todos los jugadores que tienen nacieron afuera. Se ve un fútbol que nació en otro lugar.
–¿Se puede decir entonces que Boca en estos últimos años logró tantos éxitos aplicando una receta inversa: logrando que sus figuras sean de las inferiores y se las complemente con algún refuerzo?
–Yo creo que Boca no ha producido muchos jugadores. Porque puso a (Jorge) Griffa en las divisiones inferiores y compró a muchos pibes. Así formó a (Juan Román) Riquelme y después a Tevez. Pero no sé si abajo de eso siguen habiendo figuras. Porque en Boca hubo mucha plata para las inferiores. Vino (Mauricio) Macri y se llevó a todos los pibes de Argentinos. Y ahí seguro que algo bueno iba a haber. Entonces, hay que ver qué viene ahora. Diferente por ahí es el caso de River. Pero de ellos no hablo mucho porque lo único que quiero es ganarles.
–En este último tiempo en el fútbol argentino lo único que se discute es la continuidad de Marcelo Bielsa como entrenador de la Selección Nacional. ¿Qué concepto tenés de Bielsa?
–Lo que pasó en el último Mundial no cambió en nada mi pensamiento sobre Marcelo Bielsa como persona y como técnico. Yo no lo juzgo por el último Mundial. Y no sé quién lo protege y quién no. Yo creo que había que pensar que, si no era Bielsa, el técnico de la Selección era (Carlos) Bianchi. Entre ellos dos estaba el entrenador. Pienso que Bielsa hizo un gran trabajo a pesar de todo su fracaso en el Mundial. Porque en el Mundial Bielsa fracasó en todo sentido.
–¿Fue merecida su continuidad en el cargo?
–Mirá, creo que Bielsa tuvo la suerte que no tuvieron otros entrenadores en su paso por la Selección. Porque a algunos les pegaron una patada en el club cuando llegaron mucho más lejos que él en un Mundial. Es raro que (Julio) Grondona le haya renovado después de lo que pasó en el Mundial. Eso es bueno porque hace parecer que las cosas están cambiando. Yo creo que las cosas cambiaron, pero el viento las llevó para donde Grondona quiere. Pero bueno... Grondona dijo que tenía las puertas de la Selección abiertas para mí. Yo quería verlas, pero nunca las encontré. Cuando uno está mal, o se está muriendo, dicen que te abren las puertas pero es para que escuche la prensa... Bueno, fierita...
Diego acerca su intención se despedirse. Quiere irse a descansar después de haber cumplido como columnista en una programa de la televisión italiana y de probar su puntería en el golf. Desde el domingo se encuentra en Italia para cumplir con algunos compromisos. Y el mes que viene iría de gira por Asia. Aún no sabe cuándo regresará a la Argentina. Ni siquiera la excusa de su cumpleaños, el 30 de octubre, sería motivo suficiente para darse una vuelta. Tampoco contempla la posibilidad de trabajar en las inferiores de Boca. Pero como su ánimo es el mejor, la entrevista se extiende algo más.
–¿Cuánto hace que no ves a Fidel Castro?
–Uhhh, mucho. La verdad que hace tiempo que no nos vemos. ¿Sabés qué pasa? El tiene mucho trabajo. Está peleando porque le tiran de todos lados. ¿Entendés? Entonces no lo puedo joder. Porque él es el más grande, él es el más grande...