Escándalos sexuales, investigaciones policiales y posible consumo de estimulantes conmueven al fútbol inglés. Recién ayer a las 9 de la noche (hora local) la Federación Inglesa de Fútbol anunció la tregua con la selección inglesa que el sábado juega un partido clave con Turquía para la clasificación del equipo en la Eurocopa de Portugal 2004. Los jugadores amenazaron con no jugar en Estambul, en protesta por la exclusión del defensor Rio Ferdinand por no asistir a un control antidoping hace dos semanas. La Federación anunció que no daría marcha atrás en la medida y sólo la mediación de Ferdinand descomprimió la cuestión.
En un inusual comunicado, el equipo inglés condenó duramente a la Federación Inglesa de Fútbol. “Creemos que la organización de fútbol que nosotros representamos nos falló a nosotros como equipo y a nuestro director técnico. Uno de nuestros jugadores fue castigado sin que se le diera la oportunidad de responder a las acusaciones. Rio Ferdinand tenía derecho a la confidencialidad y a una audiencia justa con el tribunal de disciplina”, dijo el comunicado. El defensor alegó que no fue al control antidopaje porque estaba mudándose y que asistió a otro 36 horas más tarde en el que dio negativo. El martes las conversaciones de Gary Neville, Beckham y Owen y otros con los dirigentes de la Federación Inglesa fracasaron y los jugadores votaron ir a la huelga. Ayer, el máximo directivo de la Federación, Mark Pallios, expresó su satisfacción con la solución del problema. “Los últimos dos días fueron muy difíciles. Hemos discutido el tema y me alegra que se haya solucionado”, dijo Pallios.
Pero éste es sólo uno de los escándalos en la peor crisis del fútbol británico en décadas. La policía efectuó ayer el primer arresto en conexión con el caso de una adolescente de 17 años que acusó a siete jugadores de primera división de violación grupal. Nicholas Meikle, un organizador de fiestas para celebridades, fue puesto en libertad bajo fianza, pero será otra vez interrogado este mes.
En una entrevista publicada este domingo por el sensacionalista News of the World, Meikle aseguró que él estuvo en el lugar de los hechos, el exclusivo Grovesnor House Hotel, el viernes 26 de septiembre. En la entrevista Meikle dijo que tres hombres mantuvieron relaciones sexuales consentidas con la muchacha: “Ella no dijo que no. No empujó a nadie”, dijo. La versión de ella es diferente. Según la muchacha ella consintió a tener relaciones sexuales con el jugador de un equipo cuando en lahabitación irrumpieron los siete jugadores que aparentemente pertenecen a otro equipo, entre los que se cuenta más de un internacional. Ella asegura que fue violada por tres o cuatro de ellos y que el resto la sometió a abusos sexuales. El nombre de la adolescente, de los siete jugadores o de los clubes se mantienen en estricta reserva porque podrían afectar las investigaciones o perjudicar la iniciación de un juicio.
La cosa no acaba acá. La policía de West Yorkshire, en el norte de Inglaterra, señaló anoche que continuaba interrogando a un jugador del Leeds United y a otro individuo por la presunta participación de ambos en una agresión sexual a una joven de 20 años el pasado lunes. La policía interrogó a otro jugador del club aparente testigo del hecho.
Por su parte, la Federación de Fútbol aplicó una multa de 1126 euros al delantero galés Craig Bellamy, del Newcastle, por estar implicado en una confrontación violenta con el personal de seguridad de una discoteca el pasado mes de marzo. Bajo los efectos del alcohol, Bellamy, intentó ingresar al local una vez que había cerrado las puertas al público y al no lograrlo insultó, amenazó y utilizó lenguaje racista contra el personal de seguridad.
Inglaterra se clasificará con sólo empatar el partido contra Turquía este sábado.