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› JUGARA EN CUARTOS CON ATLETICO NACIONAL DE MEDELLIN
Boca creció con los chicos
Con un equipo de suplentes y goles de Fabbro –de penal– y Cángele, batió sin dudas a un Colón sin respuestas. Bianchi, exultante.
Boca, con un equipo que no es el habitual, le ganó con absoluta claridad a un Colón inexpresivo y definió el duelo por octavos de final de la Copa Sudamericana, tras el primer partido empatado en Santa Fe. El técnico reservó a los titulares y, tras la buena actuación de sus elegidos de anoche, se plantó orgulloso en la conferencia de prensa y descalificó a la prensa que –dijo– había subestimado a la formación. Estaba tan contento como combativo: defendió a sus jugadores y se explayó sobre el rendimiento y las decisiones a que obliga el fixture nutrido de aquí en más. Podía hablar, sin duda. El resultado y el juego de ayer lo respaldaban.
En el trámite, Boca siempre fue más. En el medio y en el fondo, controló con comodidad la situación. Le faltó el toque final porque no tuvo delanteros-delanteros con aptitud goleadora para definir lo que creaba con funcionamiento: Caneo perdió uno increíble tras gran jugada, Estévez remató débil estando solo. Así, primero llegó al gol por un supuesto penal a Estévez que pateó muy bien Fabbro (no había podido resolver dos veces antes), pero debió –tras el empate– esperar a que llegara el instinto de Cángele para convertir tras gran jugada en la primera que tocó, y sellar el partido.
Por el lado de Colón, volvió a decepcionar, como en Santa Fe, cuando empató haciendo poco. Además, Bauza reservó en demasía a Carignano, el mejor delantero que tenía. Al igual que Cángele: no bien entró, hizo el gol del empate parcial. En síntesis: un anoche redonda para Bianchi; una más, y merecida.