El entrenador Carlos Bianchi y los futbolistas de Boca Alfredo Cascini y Roberto Abbondanzieri fueron citados por el juez de instrucción Mariano Bergés para declarar como testigos en la causa que investiga los hechos de violencia ocurridos el 31 de agosto último durante el partido entre el club de la Ribera y Chacarita, en la Bombonera. También fueron convocados, en la misma calidad, el entrenador del equipo de San Martín, Néstor Craviotto, el arquero Carlos Fernando Navarro Montoya y el volante colombiano Mauricio Serna.
Las audiencias serán a lo largo de la próxima semana, según informaron fuentes judiciales, al igual que las citaciones para las indagatorias del senador y gremialista Luis Barrionuevo (presidente de Chacarita) y el dirigente Roberto Digón (vicepresidente 2º de Boca); estos últimos fueron citados como imputados y no como simples testigos. La intención del juez sería conocer detalles de la eventual vinculación entre dirigentes y futbolistas con los barras bravas de los clubes. En la causa, también están involucrados oficiales de la Policía Federal y el líder de la barra brava boquense, Rafael Di Zeo, quien se encuentra prófugo.
Precisamente, según narraron las mismas fuentes, la causa por la que Bergés citaría a los mencionados jugadores de Boca radicaría en que sus nombres aparecen en una agenda secuestrada por la policía en la casa de Di Zeo –en el caso de Bianchi, su teléfono no figura en esa agenda–, la semana pasada cuando el barrabrava consiguió escapar descolgándose con sábanas desde un balcón del departamento de su novia en el barrio de Flores. “La causa es una caja de Pandora, todos los días aparece algo nuevo y cada vez más sorprendente”, afirmaron. Con respecto a los integrantes del plantel de Chacarita, Bergés estaría buscando información sobre contactos con barrabravas procesados, investigados o prófugos.
Por otra parte, el responsable del Programa de Seguridad en Espectáculos futbolísticos, Javier Castrilli, pidió ayer al juez Bergés que prohíba, como medida cautelar, la asistencia a los estadios a los presuntos barrabravas de Boca y Chacarita que fueron procesados en la causa, pero permanecen en libertad. “La presentación apunta a alejarlos provisoriamente de los estadios, con concurrencia a dependencias policiales en ocasión de disputarse partidos”, se informó.
El Código Procesal contempla la posibilidad de disponer medidas cautelares preventivas a quienes se encuentren procesados pero sin prisión preventiva, para evitar que continúen vinculados con el ámbito donde se produjo el delito por el que están siendo investigados.