River, en vísperas del Superclásico, ganó su primer partido en la Copa, hizo los primeros goles y la embocó Esnáider, por fin. Eso fue todo en un partido en que hubo poca gente y la expectativa y la atención estuvieron puestas en lo que pase el domingo. Sólo un buen aperitivo, entonces. Ahora los de Ramón tienen cuatro puntos como Talleres en la zona que comanda América con nueve.
River comenzó presionando, parando su última línea en el medio de la cancha. Con esa actitud, rápidamente comenzaron a llegar las opciones de gol. Apenas habían pasado tres minutos cuando tuvo su primera chance: Franco desbordó por derecha y envió centro bajo para Domínguez cuyo remate encontró ubicado al arquero Gómez, que dio rebote; Cambiasso tuvo una nueva opción y otra vez Gómez controló. Enseguida Esnáider casi lo grita pero, solo, apenas llegó a rozar con la punta una pelota que terminó siendo fácil para el arquero. River seguía presionando y continuaban apareciendo las posibilidades. Así, otra vez Esnáider estuvo cerca luego de un taco de Domínguez, pero la tiró arriba. Todo esto en ocho minutos.
La tesitura del partido siguió en los mismos términos hasta la media hora –a los veinte una veterana pared entre Astrada y Esnáider la interrumpió cruzándose Posada cuando resolvía el volante– pero River levantó el pie y los colombianos comenzaron a salir. Así, recién a los 35 minutos los visitantes patearon al arco cuando Hurtado le pegó entrando por izquierda y su remate se fue al lado del palo. Sobre el final River recurrió al pelotazo. Pero nada le resultó.
Salió con más decisión aún en el segundo y a los tres lo consiguió cuando, después de un rebote, Cambiasso definió solo, de zurda, a colocar. Desde ahí controló el partido sin problemas, con cambios variados, y sólo un remate de Hurtado por arriba fue el aporte ofensivo de los visitantes. Sobre el final, un centro atrás de D’Alessandro –muy buenos minutos– terminó con el derechazo de Esnáider abajo, a la izquierda del arquero. Por fin.