River se jugará hoy gran parte de su futuro en la Copa Libertadores, en la que hasta el momento mostró una opaca versión. Para colmo, no podrá contar con su conductor, Marcelo Gallardo, debido a que fue sancionado por la Confederación Sudamericana. El equipo recibirá a Juan Aurich de Perú por el Grupo 6, con la urgencia de conseguir los tres puntos para acomodarse mejor en la zona. La victoria es algo que River no pudo conseguir hasta el momento en el torneo. Tigres de México goleó en la madrugada de ayer 4-0 a San José, de Bolivia, y se consolidó como puntero del grupo con 10 unidades (cuatro jugados), seguido por Juan Aurich con cuatro (tres), San José con tres (cuatro) y River, que reúne dos (tres).

Si River supera a los peruanos, con los cuales igualó 1-1 de visitante en Chiclayo, la semana pasada, pasará a ser segundo, y le faltará jugar en las últimas fechas ante Tigres en Monterrey, y luego como local ante San José, en donde deberá definir su avance a los octavos de final.

Pero la actualidad de River no es la mejor, y además Gallardo no podrá estar hoy en el banco de suplentes, debido a que la Conmebol lo sancionó con dos fechas de suspensión por haber “insultado” al árbitro que dirigió el partido ante el mismo rival en Chiclayo. “Sinvergüenza, sos un sinvergüenza”, le gritó Gallardo al referí paraguayo Julio Quintana, una vez finalizado el encuentro.

La Confederación consideró esas palabras como insultos o agravios y por eso sancionó con dos fechas al entrenador. El ex volante no podrá estar en el banco en los encuentros ante los peruanos ni ante Tigres en México.

Además, el club recibió una multa de dos mil dólares por los dichos de su entrenador. “No entendimos nunca cuál era el criterio que tenía (el árbitro) para cortar el juego. Me parece que a él le jugó en forma desfavorable la cancha”, expresó en su momento Gallardo. El entrenador deberá comunicarse con sus asistentes Matías Biscay y Hernán Buján, desde la tribuna del estadio Monumental.