Ayer se realizaron ensayos en el circuito de Termas. Hoy será el turno de la clasificación.

En Termas de Río Hondo este 12° Gran Premio de la República Argentina de motociclismo tiene de todo... menos un piloto argentino. Hay 89 intrépidos inclinándose en cada una de las 14 curvas del circuito santiagueño (25 en MotoGP, 30 en Moto2, 34 en Moto3), pero ninguno puede arrogarse la representación de la hinchada argentina que, se supone, será nutrida mañana, día de carreras: los organizadores no esperan menos que los 125 mil espectadores que se aglutinaron el año pasado.

En aquel momento, sólo el inefable Sebastián Porto le hizo honor a la bandera argentina, en Moto2 y con más vergüenza deportiva que máquina. Este año, la segunda ocasión en la que el mundial de motociclismo pisa este escenario, lo más cercano que habrá en la pista es el piloto de la KTM N° 91 de Moto3, Gabriel Rodrigo: nació en Barcelona, vive en España, se formó motociclísticamente en la península, habla un castizo cerrado pero corre con licencia argentina... porque sus padres son argentinos emigrados. “Soy hispanoargentino, y este fin de semana corro en casa”, asegura el pibe de 18 años, que utiliza como si nada el verbo “coger” en su acepción española y ayer en entrenamientos de Moto3 quedó 29 entre 34 pilotos.

“No hay argentinos en la pista porque nuestros pilotos no tienen nivel para MotoGP”, apunta el controvertido Orlando Terranova, piloto de Dakar y organizador del GP, que no se priva de la ironía. “Cuando pusimos a uno, le dimos la llave del circuito para que al llegar lo cerrara...”

Sólo tres argentinos han ganado carreras por el mundial de motociclismo: Jorge Kissling (en Buenos Aires en 1961), Benedicto Caldarella (al año siguiente en el mismo circuito) y Sebastián Porto, que logró siete victorias en 250cm3 (ahora Moto2), la última en Holanda 2005, hace diez años, cuando Jorge Lorenzo (ahora en MotoGP) fue tercero.

El compatriota de mayor jerarquía del momento sobre dos ruedas, el cordobés Leandro Mercado, no quiere apurar su carrera. Este fin de semana disputa una prueba por el mundial de Superbikes, en Holanda, y por eso rechazó cortésmente una oferta para correr una Moto2 este fin de semana en Santiago del Estero. “Muchas gracias, pero estoy ocupado –contestó–. Yo sé que un día voy a correr el Gran Premio”, mandó decir desde Europa. Así que, este año, los argentinos a la tribuna.

En los ensayos de ayer de MotoGP, los favoritos no figuraron en los mejores puestos. El líder del torneo, Valentino Rossi (Yamaha), fue apenas noveno, complicado por el estado resbaladizo del asfalto santiagueño, lo mismo que su compañero Jorge Lorenzo (6); el campeón Marc Márquez (Honda) quedó tercero y el italiano Andrea Dovizioso (Ducati) fue quinto. El más veloz resultó el catalán Aleix Espargaro (Suzuki), a 175 km/h de promedio; pero fue Márquez quien alcanzó la velocidad más alta: 331,9 km/h. En Qatar, en el arranque del torneo y con una recta más larga, había superado los 350 km/h. Hoy será la clasificación.