Cómoda victoria de River en partido opaco. Los de Pellegrini merecieron más de dos goles –Cavenaghi pudo hacer alguno– sobre todo en el segundo, cuando llegaron muchas veces, incluso con el riesgo de desguarecerse atrás. Ahora, la revancha en Asunción. Libertad se hace fuerte allí.
Con la pobre producción de River en el Apertura, la Copa Sudamericana se ha transformado en prioridad. Con ese concepto salió River a enfrentar a Libertad, y desde el principio buscó adueñarse de la iniciativa. Apenas habían pasado cuatro minutos cuando el equipo local construyó tres jugadas claras de peligro. Primero Pereyra remató por arriba del travesaño, luego Husain primero no pudo definir casi debajo del arco, y después no tuvo suerte con un remate que se le fue desviado.
Pero fueron pasando los minutos y River dejó de ejercer presión y ya no pudo llegar con claridad. El público comenzó a impacientarse y se fastidiaba con algunos jugadores, como Vivas, por ejemplo, silbado cada vez que tocaba la pelota. Lentamente, Libertad fue arriesgando un poco más y a los 24 minutos Bonet probó al arco, pero encontró bien ubicado a Costanzo. Sin embargo, cuando los paraguayos buscaban adelantarse, River se puso en ventaja con un cabezazo de Ameli: el defensor conectó con fuerza y dirección un corner desde la izquierda ejecutado por Ferreyra. Sobre el final, Derlis Soto tuvo dos posibilidades. Primero le pegó de derecha y Costanzo pudo controlar, y en la segunda, su remate fue muy débil mientras los paraguayos pedían penal de Tuzzio.
River definió rápidamente el partido en los primeros instantes del segundo tiempo. A los cuatro, Coudet marcó luego de gran jugada colectiva. Recibió una asistencia de Cavenaghi, le dio de derecha y la pelota ingresó tras rozar en un defensor y pegar en la base del palo. Con la ventaja de dos goles River fue el claro dominador y tuvo muchas ocasiones: Ferreyra de tiro libre, Cavenaghi con otro tiro libre y una en el travesaño, más las de Ludueña y de Husain. Ahora, a Asunción.