El selecionado argentino de rugby, Los Pumas, afrontará mañana un desafío clave para el futuro. El equipo conducido por Marcelo Loffreda cerrará su participación en el Grupo A del Mundial que se disputa en Australia, enfrentando al poderoso equipo irlandés. Argentina buscará la victoria que le asegure un lugar en los cuartos de final y de esa manera alcanzar el objetivo propuesto en esta competencia: finalizar entre los ocho mejores equipos del mundo. Si eso sucede, el conjunto nacional repetiría lo hecho hace cuatro años en Gales, donde precisamente accedió por primera vez a esa instancia derrotando en un histórico final a Irlanda (ver aparte). El ex entrenador de Los Pumas José Luis Imhoff analizó detalladamente para Página/12 lo que puede ocurrir en Adelaida.
“Argentina tiene un 50 por ciento de posibilidades de lograr el triunfo –remarca Imhoff–. Depende del planteo, y de que se cumpla eso en forma ordenada. Yo creo que estos test-matches marcan la actividad de un equipo en los últimos cuatro años y, si Argentina está decidida, todo puede terminar bien.” Desde su consultorio de Rosario, el doctor Imhoff se mostró optimista ante la chance de que Argentina continúe en el certamen.
En el caso de ganar, Los Pumas se medirían ante Francia, que seguramente se adjudicará el Grupo C. “Si bien yo no estuve ahí –agrega Imhoff–, el try que le hicimos en el ‘99 nos costó cuatro años de trabajo. Me parece que esta clase de partidos se definen por una inspiración. El tema será saber si Argentina lo puede hacer.” En el estudio estratégico, Imhoff destaca que “seguramente el equipo tendrá un plan A, que si se cumple se puede ganar. Si hay que recurrir al plan B y no se puede cumplir, todo será muy complicado. El tercer plan será de urgencia, donde se necesitará incorporar cosas que varían los planteos anteriores. Ahí habrá que ver cómo aguanta el equipo ese cambio de planes”.
Para este partido, la dupla técnica integrada por Loffreda y Daniel Baetti decidió realizar 14 modificaciones, con respecto al equipo que goleó 50-3 a Rumania. El único que mantendrá su lugar será el wing José María Núñez Piossek, mientras que también jugarán Quesada y Pichot.
“Lo más fuerte –remarca Imhoff– que pueden presentar los irlandeses es sorprendernos en algún aspecto del juego, donde hacen prevalecer el dinamismo con el aporte de los backs. Argentina debe responder rápido a ese problema, porque si no lo puede resolver la pasará muy mal.” Imhoff recordó aquel duelo de 1999 y dijo que “en esa oportunidad los descolocamos con el esquema, y Argentina estuvo bien parada en defensa. Con los penales solamente no les alcanzó”.
El ex entrenador fue más allá y se animó a pensar en el futuro, a partir de lo que suceda en Adelaida: “Los argentinos somos impredecibles, pero no nos podemos volver locos por una derrota ante Irlanda. Creo que tenemos que asumir una conducta racional aun en los malos momentos”. Y en relación con la continuidad del actual cuerpo técnico, indicó: “Yo me quemé con leche. Nunca pensé que se podía cambiar la lista que hicimos para el Mundial de Gales, y por eso me fui a un mes para empezar el torneo”. De todas maneras, destacó el trabajo de este ciclo señalando que “es rescatable porque tuvo continuidad y resultados, además de trabajar con honestidad. Como todo proceso, se define en un partido; ésas son las reglas, pero si hay cambios que sean para bien”.
Las horas empiezan a consumirse hacia las 4 de esta madrugada, e Imhoff también espera que el futuro del rugby argentino se defina satisfactoriamente.