Por Pablo Vignone @

“Nunca me daría el lujo de dormirme en los laureles. Con todos los campeonatos que perdí, estoy acostumbrado a no relajarme.” Campeón mundial de automovilismo en autos de turismo (WTCC), el cordobés José María López va en curso de retener su corona, pero no deja margen al descuido, como relata en la entrevista con Página/12. “Yo quiero ganar el título, me da lo mismo si es por 5, por 10 o por 300 puntos. Pero siempre tengo el temor de que me pueden descontar 30 puntos en una sola fecha.” El cordobés disfruta de unas vacaciones en medio del torneo, que se reanudará en septiembre con las últimas cuatro fechas, en Asia, y los 55 puntos que López lleva de ventaja lo colocan en una posición ideal para retener la corona.

“Este parate me viene muy bien porque fue muy intensa la primera parte del torneo”, asume. “Tuve un muy buen arranque, estuve muy fino en las cuatro primeras fechas, ganando en todas, y mis compañeros pensaron que iban a arrancar mejor de lo que lo hicieron.” Sus compañeros son sus principales rivales, los franceses Yvan Muller y Sebastian Loeb, que están haciendo un poco más de fuerza que en 2014.

“A mí la competencia me potencia –sugiere López–. Yo ya tomé riesgos, ahora tengo que jugar con la diferencia: llevo 55 puntos, quedan cuatro fechas, y cuando no anduve bien nunca perdí más de cinco puntos. Ellos tienen que arriesgar más que yo para descontarme.”

Los rivales tuvieron que despertarse para que el sudamericano sin grandes antecedentes no volviera a derrotarlos como el año pasado. “Hacen mucho más los deberes: Muller bajó ocho, diez kilos, va al simulador tanto como yo, cuando casi no lo usaba, lleva su cuadernito de anotaciones; Loeb trabaja mucho, está más dedicado, le preocupa no ganar. El otro decía me decía ‘no extraño el rally, lo que extraño es ganar’. Ojo, yo los entiendo. Cuando me ganan me pongo mal, me vuelvo reacio con el que me venció”, asegura López con la convicción del que sabe que cuenta con ventaja en la pista.

“Lo que sucede es que el auto cambió mucho respecto del año pasado, y los cambios los favorecen más a ellos. El Citroën era muy inestable a la entrada de las curvas”, explica. “Soy de la idea de que es más difícil ratificar un momento que llegar allí. Este año todo el mundo sabe cómo corro, no hay más sorpresas.”

La victoria de Nürburgring, una de las seis que ya logró este año, “fue de las mejores de mi vida –reconoce– por lo que es el circuito, por lo que representa para los argentinos y porque realmente me sentí dominador, por la diferencia que le saqué a mis compañeros”.

Un segundo título mundial sería la confirmación de una buena elección, pero también, acaso el punto de partida para una nueva aventura. Sin embargo, el cordobés lo descarta. “Ojalá pueda seguir otro año con Citroën en el WTCC, el contrato se termina a fin de año y todavía no hablamos de la renovación. No hay en el mundo del automovilismo diez equipos oficiales como Citroën, en la categoría que sea. Valoro mucho donde estoy, el WTCC me abrió mucho la cabeza y también –con los resultados que logré y las cosas que hice– he vuelto al reconocimiento en Europa. Si el año que viene pudiera hacer un programa secundario, me gustaría mucho.”

Los fanáticos desean ver a López en otro escalón del automovilismo internacional. “Algunos dicen ‘López no le ganó a nadie en el WTCC’, pero ahí está el caso de (Néstor) Girolami, que es un muy bien piloto, campeón argentino, pero llegó al WTCC y le costó. Es cierto que con un Honda no le podés ganar a los Citroën, pero siempre fue el más lento de los Honda... Cualquier piloto del Top-5 de la Argentina se adecuaría perfectamente a la categoría, después hay que ver su se adaptan a vivir allá. Porque en Argentina los mejores pilotos ganan muy buen dinero y viven muy bien.”

La posibilidad de hacer otro campeonato, entonces, está vigente. “¿La Fórmula E? Por qué no, superó las expectativas de todos y hay muy buenos pilotos –opina el cordobés–. También podría ser Le Mans, me gustaría mucho correr las 24 Horas en un prototipo. A esta altura de mi carrera, me tienta más correr Le Mans que hacer una carrera de Fórmula 1 en un tipo de coche al que hace siete años que no me subo...”

La vuelta al pago, en cambio, está descartada. “Extraño el folklore del automovilismo argentino, sí, me gustaría llevar al equipo Citroën a que vivieran una carrera de TC, por ejemplo, pero quiero continuar muchos años corriendo en Europa.”