El boxeador chaqueño César Cuenca se consagró ayer en Macao campeón del mundo del título superligero de la FIB, tras batir por puntos en fallo unánime al local Ik Yang. En el estadio Arena Cotai, de Macao, Cuenca no dejó dudas y con una sobresaliente actuación consiguió el título –el quinto que el boxeo argentino gana en esta categoría desde que Nicolino Locche lo consiguiera en 1968– y la oportunidad que buscaba hace tiempo, tras dos años de postergaciones. El momento de zozobra para el chaqueño fue en el quinto round, cuando cayó a la lona, luego de los certeros golpes del rival. Pero, luego, Cuenca tuvo la personalidad y oficio para recuperar terreno y construyó un triunfo que lo deja en el privilegiado lugar de los campeones. El invicto estilista de Tres Isletas tiene 34 años y un palmarés conformado por 48 victorias en igual cantidad de combates, dos de ellas antes del límite.