Cansado de no poder arribar a un acuerdo satisfactorio con el club dueño de su pase, el Fenerbahce de Turquía, Ariel Ortega confirmó ayer que abandonará, a los 29 años, la práctica activa del fútbol. Ortega anunció que “colgará los botines”, debido a que la entidad turca le solicita que abone una suma de 11 millones de euros para quedarse con el pase en su poder, a manera de indemnización. El jujeño había firmado el año pasado un contrato plurianual, por ocho millones de euros, del que cobró un adelanto de tres millones, jugó ocho meses y se volvió, en febrero, a la Argentina, sin regresar jamás a Estambul, razón por la cual el club turco solicitó, y logró, la inhabilitación del ex futbolista de River y la Selección.
“Basta, me cansaron y por eso dejo el fútbol”, sorprendió un resignado Ortega, quien hasta último momento estuvo intentando que la apelación presentada ante la FIFA le otorgara un guiño cómplice y así sumarse nuevamente a la institución de Núñez, lo que intenta desde mediados de temporada.
La reciente recusación presentada por el Fenerbahce terminó de decidir la historia en torno del retiro del futbolista, que desarrolló una campaña europea en el Sampdoria y Parma de Italia y en el Valencia de España, entre otros conjuntos europeos. “Me ‘mató’ el hecho de que esta nueva recusación no puede apelarse. No tengo más ganas de seguir discutiendo.”
En febrero, el delantero determinó, en forma unilateral, abandonar el plantel de la institución turca, argumentando que no se adaptaba a la forma de vida en aquel país europeo. Por tal motivo, Ortega ingresó en conflicto con el club dueño de su pase, que planteó su inhabilitación ante la FIFA, en una resolución que llegó incluso a los tribunales de Zurich. En marzo, la FIFA falló en favor del club turco y conminó al jujeño (quien debía cumplir un contrato por cuatro temporadas más) a devolver lo que había percibido en concepto de adelanto (suma estimada en los tres millones de dólares).
“Intenté arreglar con los dirigentes de Fenerbahce de jugar un año más y luego irme, pero no hubo posibilidad de arreglo alguno. Y yo no puedo pagar lo que pretenden”, aseveró el futbolista, cuya suspensión fue confirmada por FIFA el 26 de junio pasado.
“Estoy cansado del manoseo al que estoy expuesto –insistió Ortega–. No puedo seguir pagando abogados de mi bolsillo para intentar cambiar la situación. Además el último fallo es inapelable.”
Ortega se inició futbolísticamente en Atlético Ledesma de Jujuy natal y fue llevado a River por el ex jugador de Gimnasia, Roberto Gonzalo. En su primer paso por la institución, entre diciembre de 1991 y enero de 1997, Ortega actuó en 179 cotejos y convirtió 35 tantos; en ese lapso ganó cinco títulos. Debutó en la Selección a los 19 años, jugó tres mundiales (EE.UU. ‘94, Francia ‘98 y Corea-Japón 2002) y señaló 17 goles en 84 partidos.
En 1997 fue transferido en 12 millones de dólares, una cifra record entonces para el fútbol argentino, al Valencia, en el que estuvo entre febrero de 1997 y junio de 1998. Allí marcó nueve tantos en 34 encuentros, y se fue disgustado con el entrenador Claudio Ranieri. Entre agosto de 1998 y junio de 1999, jugó 31 partidos en la Sampdoria, para la que marcó también 9 goles. También se peleó con el entrenador, David Platt.
El Parma pagó 18,5 millones de dólares por su pase, y lo tuvo un año, julio de 1999 a julio de 2000. Sólo jugó 26 cotejos y marcó 3 conquistas. De allí volvió a River, previo pago de 11 millones de dólares. Jugó 78 partidos, marcó 29 tantos, ganó un título, y dos años después comenzó la saga del Fenerbahce, que tan oscuramente terminó.