Las cuestionadas actuaciones del árbitro Diego Ceballos y del asistente Marcelo Aumente en la final de la Copa Argentina dispararon un debate que no estaba en la agenda sobre el nivel de los árbitros y los métodos que tiene la AFA para su designación y evaluación, cuyos alcances empiezan a repercutir en la campaña que llevan adelante Luis Segura y Marcelo Tinelli para quedarse con el sillón presidencial que ocupara Julio Grondona.

Por la mañana, Segura le apuntó a su contendiente, el vicepresidente de San Lorenzo. “Los dirigentes no tendrían que pedir árbitros, pero los que se rasgan las vestiduras por una nueva AFA también los piden”, dijo, en obvia alusión a quienes integran el tinellismo.

Por la tarde, el ex presidente de Argentinos pasó al papel de principal perjudicado, algo que pareció reflejarse en un comunicado que siguió a la decisión de parar a Ceballos y Aumente. “Nada peor pudo haberme ocurrido que ser víctima de la agresividad desenfrenada por parte de algunos espectadores, como consecuencia de evidentes errores arbitrales. En el mismo sentido, nada mejor podía ocurrirle al fútbol que aquel y todos los encuentros se pudieran llevar a cabo con ningún error arbitral determinante en el resultado”, señaló Segura.

Claro que en sus dichos aprovechó para remarcar que esta nueva mancha del fútbol argentino no recaía sólo sobre sus espaldas, sino que involucraba a toda la dirigencia. “El arbitraje terminó perjudicando a todos y también a nosotros, los dirigentes de la AFA”, concluyó. Para su pesar, enseguida recibió el primer golpe por el papelón del miércoles a la noche, ya que una parte de la dirigencia de Central habría decidido retirarle el apoyo.

Por su parte, Marcelo Tinelli trató de capitalizar la crisis. Para ello apeló otra vez a quienes lo siguen a través de las redes sociales. El vice de San Lorenzo saludó poco antes de las 10 de la mañana a sus seguidores en Twitter y compartió una imagen acompañada de la consigna “CadaVezSomosMás Los que queremos una nueva AFA”.

A partir de allí retuiteó declaraciones del vicepresidente de Central, Luciano Cefaratti, quien sostuvo que lo que ocurrió en Córdoba “tiene que ser un punto de inflexión” en la AFA. Luego compartió un tuit en el que un periodista contó que el mismo dirigente del club rosarino “irrumpió” en el palco en el que estaba Luis Segura y debió ser retirado por la policía.