River Plate recibirá hoy al brasileño San Pablo, en el partido de ida de una de las semifinales de la Copa Sudamericana 2003, el único objetivo deportivo del semestre para el club de Núñez. El resultado cobra más trascendencia porque puede llevar a la desvinculación del entrenador Manuel Pellegrini.
Marginado prematuramente de la pelea por el Apertura y humillado en el propio Monumental por su archirrival Boca Juniors (0-2), River debe obtener la Copa para intentar salvar el año, aunque la chance de que el conjunto de Carlos Bianchi logre el torneo local y, sobre todo, la Intercontinental, ante el Milan, empañará el eventual festejo “millonario”.
El encuentro se disputará desde las 20.50, irá televisado en vivo por Fox Sports y será arbitrado por el peruano Gilberto Hidalgo, quien tendrá como asistentes a sus compatriotas Jorge Jaimes y Jaime Reategui.
Para ganar en el plano anímico (lo futbolístico estará condicionado por su inactividad de tres meses), River contará con el regreso del mediocampista Marcelo Gallardo, recuperado de una lesión en la rodilla derecha.
De todos modos, Pellegrini no podrá disponer de su principal figura, el delantero Fernando Cavenaghi, quien está afectado al seleccionado argentino Sub-20 que participará desde el viernes próximo en el mundial de Emiratos Arabes Unidos. La responsabilidad de que pase inadvertida la ausencia de Cavenaghi recaerá en Alejandro Domínguez, quien trabajará más por afuera en ataque, y Maximiliano López, que se moverá más frecuentemente en el área.
Indudablemente el sector más flojo del equipo argentino está en la defensa, la que además tendrá al mediocampista Oscar Ahumada en la función de marcador lateral derecho. River ganó en sus dos presentaciones en el Monumental: goleó a Independiente (4-0) en el partido revancha de los octavos de final y venció al paraguayo Libertad (2-0) por el primer juego de los cuartos de final.
San Pablo dispondrá un esquema “cauteloso”, tal como lo anunció su técnico, Roberto Rojas (ex arquero del seleccionado chileno), quien apuesta todo al desquite, que está previsto para el 4 de diciembre en el Morumbí. “No podemos jugar expuestos ante River fuera de casa, sino que es mejor cerrarse y sacar provecho de las jugadas por los laterales. Debemos ir preparados, porque será un partido difícil”, dijo Rojas.
A diferencia de River, el conjunto brasileño tuvo un largo camino hasta las semifinales: derrotó a sus connacionales Gremio (4-0) y Vasco da Gama (2-1), en una de las ruedas previas de la Copa; eliminó en octavos de final a Fluminense (1-0 en el Morumbí y 1-1 en Río de Janeiro) y superó en cuartos al boliviano The Strongest (4-1 en La Paz y 3-1 como local).