La confirmación del formato del campeonato de Primera División que se jugará en el primer semestre de 2016 y tal vez los tiempos del gobierno de transición en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) serán los temas que intentará dejar resueltos el martes próximo el Comité Ejecutivo en su última reunión del año.

El boceto del torneo que circula entre los dirigentes de los diferentes clubes contempla dos zonas de quince equipos, con un campeón que surgirá de un partido final entre los dos primeros a jugarse en una cancha neutral, un descenso (determinado por los promedios que continuarán vigentes) y cuatro conjuntos que clasificarán a la Copa Libertadores 2017 (los finalistas y lo que terminen segundos en cada grupo). Comenzará el fin de semana del 6 y 7 de febrero y finalizará el 29 de mayo.

Además de enfrentarse con equipos de una misma zona, se realizaría un partido interzonal, que serán mayoría de clásicos, y si bien aún no está definido, la idea es que los equipos sean sorteados para determinar la integración de los dos grupos.

Ya en el segundo semestre comenzará un campeonato largo de treinta equipos, igual al que se desarrolló en 2015, que terminará a mediados de 2017 y en el que empezará a depurarse la cantidad de entidades que actúan en la categoría máxima del fútbol argentino.

En cuanto a la situación política en la AFA, el presidente Luis Segura salió a ratificar que no renunciará a la conducción. El poder del sucesor de Julio Grondona sufrió otro revés al perder el apoyo de la nueva dirigencia de Argentinos Juniors, el club desde el que saltó a las alturas de la dirigencia del fútbol.

El objetivo de Segura es seguir cinco meses más al frente del máximo organismo. Sin sustento en su propio club podría abrírsele la chance de un cargo en la Conmebol y entonces liberar a la dirigencia oficialista para buscar otro postulante para enfrentar a Marcelo Tinelli.