En el marco de una “medida de gracia” hacia todos los clubes tomada con motivo de la celebración de su centenario, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) redujo las sanciones a jugadores y clubes, acción que fundamentalmente benefició a Boca que, de tener que jugar ocho partidos de la Copa Libertadores 2016 sin su público (cuatro como local y cuatro como visitante), deberá pagar sólo dos fechas (ante Deportivo Cali, en Colombia, y frente a Racing o Puebla, en la Bombonera).

Otro de los clubes argentinos favorecidos con la medida es Central, que ya no tendrá que cumplir ninguna suspensión, porque sólo tenía una jornada de sanción para su estadio, después de que sus hinchas arrojaran piedras al campo durante un partido de la Copa Sudamericana 2014. Por ello podrá debutar en el máximo certamen sudamericano ante Nacional, a fines de febrero, con su gente, además de poder contar desde el arranque con el marcador central Alejandro Donatti (debía una fecha por un partido de Copa Sudamericana en 2014).

También recibieron buenas noticias Racing, Huracán y River, ya que Sebastián Saja, expulsado en el partido de vuelta de los cuartos de final ante Guaraní, en la edición 2015 de la Libertadores, podrá jugar hoy frente a Puebla, en México; Ramón Abila, sancionado con tres fechas tras la final de la última Sudamericana, quien podrá ser de la partida en la revancha del miércoles próximo ante Caracas; e Iván Alonso, flamante incorporación de River, que recibió dos fechas de suspensión para torneos internacionales jugando para Nacional de Uruguay y sólo debería cumplir una.

La resolución no beneficia a quienes fueron suspendidos por casos de doping, agresiones físicas a árbitros o por racismo y discriminación o aquellos jugadores sancionados con sus selecciones nacionales.

De acuerdo con lo que informó la Conmebol a través de un comunicado publicado en su web, las suspensiones impuestas a jugadores y entrenadores quedaron reducidas a la mitad, mientras que las penas a clubes por clausura de sus estadios y las referidas al acceso de sus hinchadas fueron disminuidas en dos terceras partes. La primera consecuencia de la resolución fue la renuncia de Adrián Leiza, integrante del Comité de Disciplina de la entidad. “Es ilegítima la decisión que tomó Conmebol. A partir de este fallo ilegítimo, renuncio a mi cargo”, afirmó Leiza a TyC Sports, antes de asegurar que habrá más integrantes del cuerpo que dejarán su cargo.

La reducción de penas a Boca y al resto de los clubes y jugadores sancionados en 2015 se produjo justo una semana después del Congreso Extraordinario de la Conmebol, cuando se eligió a Alejandro Domínguez como presidente de la entidad. Ese día estaba previsto que se tratara una amnistía para todos los sancionados, pero por moción de los delegados uruguayos se postergó la decisión hasta ayer, ya sin los focos del congreso y con la sola firma del secretario general de la Conmebol, el español Gorka Villar,acusado de extorsionar a clubes uruguayos en 2013.

La idea de una amnistía estuvo fogoneada por clubes argentinos, con temor de recibir más sanciones ante hechos similares. “Hay que modificar los reglamentos. No sólo es la amnistía, es un tema más importante que ese. A veces ocurren temas menores que merecen grandes sanciones. Y todos los clubes estamos expuestos a que nos ocurra algo parecido a lo que le pasó a Boca”, afirmó entonces Nicolás Russo, presidente de Lanús.