San Lorenzo buscaba estirar su invicto en el campeonato, donde festejó en tres encuentros y empató otros tres. De local, además, había ganado sus últimos dos juegos. Pero anoche no pudo ante Arsenal, que lo sorprendió en el segundo tiempo. Por su parte, Arsenal no había sumado de a tres en condición de visitante: perdió 1-0 ante Colón, en Santa Fe, igualó sin goles con Patronato en Paraná, y cayó ante Olimpo, en Bahía Blanca. Antes del inicio, la hinchada azulgrana silbó recurrentemente a Jonathan Bottinelli, quien había declarado que River era “muchísimo más grande que San Lorenzo”, el club donde comenzó su carrera profesional.

La igualdad en Porto Alegre ante Gremio dejó al conjunto que sueña con la vuelta a Boedo en el último lugar del grupo 6 de la Copa Libertadores. Por tal motivo, así como por la revancha que se viene ante el elenco brasileño el próximo martes, Pablo Guede dispuso seis cambios respecto del equipo que enfrentó a Gimnasia. Entre ellos, el entrenador decidió darle minutos a algunos jugadores que habitualmente juegan en reserva, como el defensor debutante Lautaro Montoya y el volante ofensivo Ezequiel Avila.

El entusiasmo de un elenco marcado por la juventud y las ganas de algunos intérpretes que no venían jugando seguido chocó contra el orden del equipo de Sergio Rondina, que se plantó con un 4-4-2 y tuvo la primera chance del partido en los pies de Mariano Barbieri. La respuesta llegó a través de Mauro Matos, el centrodelantero interceptó una mala salida de Pellegrino con los pies y casi madruga al arquero con una definición por arriba.

Al rato lo volvió a tener el ex atacante de All Boys, que estrelló un cabezazo en el palo. Esas oportunidades permitieron maquillar un transcurso marcado por las imprecisiones. Como el local no podía quebrar el bloque defensivo, Avila lo intentó desde lejos, pero nuevamente apareció el uno. Pellegrino, el más destacado de la visita, también se lo negó a Montoya, a quien no le pesó el debut y pasó al ataque con criterio. El complemento fue diferente desde el inicio. Porque Germán Ferreyra, que había entrado por la lesión de Vella, tomó una pelota que venía suelta de un lateral y con un derechazo furibundo marcó su primer gol en Primera. La sorpresa fue mayor cuando Barbieri marcó el segundo gol, con un toque suave en una gran acción de contraataque. San Lorenzo no tuvo la tranquilidad necesaria para clarificar su juego, y se privó de poder llegar al menos al empate. Ni siquiera los ingresos que dispuso Guede le permitieron mejorar su nivel.

Estadio: San Lorenzo.

Arbitro: Mauro Vigliano.

Goles: 46m G.Ferreyra (A); 59m Barbieri (A). Cambios: 36m G.Ferreyra por Vella (A), 57m Cerutti por Montoya y Blanco por Avila (SL), 74m Carrera por Bazán (A) y Cauteruccio por Kalinski (SL), 80m Milo por Sanabria (A).