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› RIVER PERDIO 1-0 CON EL CIENCIANO Y SE QUEDO SIN COPA SUDAMERICANA
Trago amargo muy difícil de digerir
Los de Pellegrini no supieron aprovechar sus chances y terminaron cayendo ante un rival que finalizó con nueve hombres. Fue el peor final para el ciclo del entrenador chileno. Primer título continental para un club peruano.
River cerró un semestre nefasto de la peor manera. A pesar de terminar con dos hombres de más y jugar casi todo el segundo tiempo con superioridad numérica, el equipo de Manuel Pellegrini cayó 1-0 con Cienciano y perdió la posibilidad de adjudicarse la Copa Sudamericana. Para los peruanos, el triunfo tiene un sabor histórico: por primera vez un equipo de aquel país obtuvo un torneo continental. El paraguayo Carlos Lugo anotó el único gol del encuentro de tiro libre.
Los primeros cincuenta segundos fueron un espejismo. Lanzado con todo al ataque, Cienciano generó dos corners y parecía que se llevaba por delante a su adversario. Fue apenas una ilusión óptica. Con más voluntad de llevarse el partido a lo guapo que en jugarlo, el equipo peruano sólo consiguió ensuciar el encuentro. Faltas sistemáticas, protestas al árbitro y bravuconadas sin sentido era todo el caudal ofensivo que exhibía el conjunto de Ternero.
Por el contrario, a partir de la inteligencia de Gallardo para manejar los tiempos, River logró adueñarse de la pelota. Y gracias a ello, el trámite para el equipo de Manuel Pellegrini resultaba sencillo: no sufría en su arco y contaba con las mejores situaciones en área rival. A esa altura, los jugadores argentinos no parecían sentir los temidos efectos de los 2300 metros de Arequipa. Coudet aparecía por derecha, Lucho González mandaba por la izquierda y los del fondo controlaban cada avance rival sin inconvenientes.
Es más, a medida que transcurrían los minutos, el dominio de River se tornaba más ostensible. Incluso pudo ponerse en ventaja con un derechazo de Gallardo, que alcanzó a desviar el arquero Ibáñez antes de que pegara en el palo. También pudo ser con un disparo de Montenegro, reemplazante del lesionado Salas, pero la pelota se fue por encima del travesaño. Y la tercera chance clara fue un cabezazo de González por el segundo palo, que Ibáñez consiguió mandar al corner. También hubo una corrida de López que no supieron resolver ni el delantero ni Coudet, pesea la mala salida de Ibánez.
Del otro lado, Cienciano no proponía nada. Con Maldonado bien tomado, las pocas posibilidades del equipo peruano se limitaban a alguna pelota parada. Pero ni siquiera a través de esa vía logró inquietar a Costanzo, que casi no participó del juego. En el comienzo de la segunda etapa, el conjunto local amagó con adelantarse, pero la rápida expulsión de La Rosa lo dejó en inferioridad numérica. Sin embargo, a River le costó marcar la diferencia en el terreno. Sin el aire del primer tiempo, Gallardo perdió protagonismo. Y cuando parecía que ya todo se encaminaba para los penales, Lugo cambió la historia. Remató suave un tiro libre, la pelota se coló entre la barrera y se metió lejos de Costanzo. Por más que intentó revertirlo en esos últimos minutos, River ya había perdido su chance bastante antes. Y perdió mucho más que un partido.
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