Después de jugar un complicado partido de escritorio con dirigentes de los distintos clubes del ámbito local, finalmente Marcelo Bielsa pudo conformar un equipo competitivo para afrontar la difícil misión de atrapar una de las apenas dos plazas disponibles para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. La pelea por armar un conjunto de su gusto fue tan dura como silenciosa, ya que, tal cual es la característica del técnico, fue trascendiendo a los medios con cuentagotas. Y en ese aspecto, el entrenador supo moverse con su proverbial cautela pero también con buen tino, para que en la negociación con los dos más grandes del fútbol argentino perdiera solamente al riverplatense Fernando Cavenaghi. Sin embargo, a partir de la situación de debilidad con la que quedó Boca tras la disputa que se generó por Carlos Tevez, el técnico sí podrá disfrutar ahora del delantero.
Ya perdida de antemano la batalla por conseguir a los jugadores que actúan en el exterior como Javier Saviola (Barcelona), Andrés D’Alessandro (Wolfsburgo), Fabricio Coloccini (Villarreal), Leonardo Ponzio (Zaragoza), Julio Arca (Sunderland), Matías Lequi (Atlético de Madrid) y Emanuel Centurión (Stuttgart de Alemania), el entrenador fue por los del plano local. Y en ese rubro le fue bastante bien, ya que en principio River también iba a negarle al volante Javier Mascherano, pero finalmente terminó cediéndolo.
Y a pesar de que hay distancias futbolísticas, pudo compensar en ataque algunas bajas sensibles como la de Saviola con la convocatoria de César Delgado, Luciano Figueroa y Mauro Rosales, todos interesantes delanteros surgidos de la cantera rosarina, más el plus que significa contar con Tevez. Además, como los equipos que compitan con Argentina por una de las dos únicas plazas olímpicas disponibles también afrontarán los mismos inconvenientes a la hora de contar con futbolistas que actúan fuera de sus países, la clasificación dependerá entonces de lo bueno de que disponga cada selección en el ámbito interno.
Claro que en principio Argentina entregará una ventaja en cuanto a la preparación de su equipo, puesto que mientras las demás selecciones están trabajando desde hace varios días e incluso jugando amistosos entre sí, Bielsa recién tuvo a su disposición al plantel desde el martes pasado, con excepción de Figueroa, quien por esas horas estaba pasando del Birmingham inglés al Cruz Azul mexicano. Además el grupo, después de realizar un breve entrenamiento el 24, quedó licenciado hasta las 19 de ayer, cuando realizó otra práctica también de poca exigencia. Recién hoy comenzará la tarea a fondo de cara a un certamen que encontrará a los argentinos debutando el 8 de enero ante Perú, en la localidad chilena de La Serena, donde transitará toda la primera fase del torneo Preolímpico que culminará el 25 del mes próximo.
Luego del debut ante los incaicos, el conjunto argentino se enfrentará el 10 de enero a Bolivia, el 14 jugará con Ecuador y dos días más tarde cerrará su participación en la primera fase frente a Colombia. Los citados por Bielsa son César Delgado y Luciano Figueroa (Cruz Azul); Nicolás Medina (Leganés); Luis González, Germán Lux, Alejandro Domínguez, Osmar Ferreyra y Javier Mascherano (River); Wilfredo Caballero, Clemente Rodríguez, José María Calvo, Nicolás Burdisso, Carlos Tevez, Franco Cangele y Pablo Jerez (Boca); Leandro Fernández, Mauro Rosales y Gastón Aguirre (Newell’s), Gonzalo Rodríguez (Juventus), y Mariano González (Racing). Veinte nombres para alcanzar un sueño olímpico que se le quedó atragantado a Argentina en Atlanta 1996, cuando el equipo dirigido por Daniel Passarella perdió la final ante Nigeria, y en Sydney 2000, cuando el conjunto de José Pekerman ni siquiera logró la clasificación.