Julio Grondona es uno de los dirigentes de confianza de Joseph Blatter. Por eso, el duro mensaje que envió el presidente de la FIFA con motivo de terminar un nuevo año futbolístico, no parece ser un pase de factura a Don Julio. Sin embargo, cada uno de los puntos en los que el suizo se quejó tienen, de una u otra manera, referencia al fútbol argentino. Como para que Grondona tome nota...
“El fútbol atrajo una vez más la atención de gran parte de nuestro planeta por su fascinación, su emoción, su pasión, su dramatismo”, arrancó Blatter en su discurso. Pero luego advirtió que no todo marcha como pretende. “Un idílico paisaje del fútbol sería un espejismo”, indicó el dirigente suizo, que luego comenzó con la enumeración de los conflictos, todos atribuibles a la realidad del fútbol doméstico. “Molestan los casos de jugadores de clubes que llevaron sus diferencias con clubes o asociaciones a los tribunales ordinarios”, aseguró Blatter. Cualquier semejanza con el “caso Tevez”, no es pura coincidencia.
El siguiente punto también queda perfectamente encuadrado en la realidad argentina: “Resulta preocupante la situación financiera de numerosos clubes, y la falta de control de éstos por parte de sus asociaciones”, aseguró Blatter, que no se quedó allí con sus broncas: “Si caben más señales negativas este año, cabe añadir que el calendario internacional, aceptado por el Congreso de la FIFA 2000, no ha recibido el respeto debido de todas las instancias y ha creado así problemas entre los intereses de los clubes y los de las selecciones nacionales”, destacó el dirigente suizo. Casualidad o no, Boca-San Lorenzo, el partido más trascendente del Apertura, se disputó un día después de una de las denominada “fecha FIFA”. Por la relación entre Blatter y Grondona, no suena lógico un pase de facturas. Sin embargo, resulta, al menos, llamativo...