En Asunción del Paraguay, Boca derrotó por 2-1 a Cerro Porteño, consiguiendo un triunfo que luce decisivo de cara a la revancha que jugarán la semana que viene en la Bombonera para definir quién pasa a los cuartos de final de la Copa Libertadores.

El conjunto de Guillermo Barros Schelotto prevaleció en el arranque a partir de la presión en todos los sectores del campo. Fruto de esa actitud fueron sus dos primeras llegadas. Una por un desborde de Pavón y la otra a través de un envío de Lodeiro. Ambas jugadas anunciaron lo que sería prioridad para los hombres del Mellizo: buscar profundidad por las bandas. Jugando a voluntad, imponiendo el ritmo, a Boca sólo le faltaba el gol. Lo tuvo Insaurralde a los 23 minutos, pero su cabezazo se fue desviado. Minutos después la chance fue de Pérez. Y la tercera fue la vencida: Meli envió el centro y Tevez la cabeceó al fondo de la red, anticipando a su marcador. 1-0. Un marcador lógico por lo visto hasta ahí.

Después de que Meli se perdiera el segundo, Cerro reaccionó y empezó a poner en aprietos a la última línea de Boca. Consecuencia de ese trabajo, Beltrán tuvo la más clara tras forcejear con Díaz. El delantero controló la pelota y sacó una media vuelta que se fue por arriba del travesaño.

El inicio del complemento mostró otro partido, con Cerro yendo con todo a buscar el empate. En ese intento tuvo una chance muy clara en la cabeza de Leal. No cesó el local en su ímpetu y así consiguió su inmejorable oportunidad de igualar: el árbitro vio penal de Díaz sobre Domínguez, lo ejecutó Leal y Orion se lució atajándolo sobre su derecha.

La respuesta de Boca no pudo ser mejor. En un contragolpe, Tevez dejó a Lodeiro solo ante Silva. Esta vez el uruguayo no falló y marcó el 2-0.

Con todo perdido, Cerro fue a buscar el descuento. Lo consiguió de penal, por intermedio de Domínguez, quien picó la pelota e hizo inútil el esfuerzo del uno visitante. Ese gol fue el envión anímico que necesitaban los locales, que insistieron pero no pudieron. Así Boca se trajo una victoria que parece decisiva para cerrar la serie en la Bombonera.