DEPORTES › ARGENTINA CAIA 1-0, PERO VENCIO 2-1 A PARAGUAY Y SE CLASIFICO
Llegó al Olimpo gracias a Figueroa
Con dos goles de cabeza del delantero rosarino en menos de tres minutos, el equipo de Bielsa dio vuelta el marcador y logró su pasaje para los Juegos Olímpicos de Atenas, ya que en el segundo turno Brasil derrotó 3-1 a Chile y lo eliminó.
El panorama pintaba negro. La Selección Argentina Sub-23 perdía 1-0 con Paraguay, pero lo más grave era que no aparentaba tener armas para cambiar la historia. Sin embargo, el ingreso de Luciano Figueroa resultó clave para que el conjunto de Marcelo Bielsa diera vuelta el marcador y se quedara con la victoria. Con dos cabezazos en tres minutos, el delantero rosarino anotó los dos goles del triunfo. Y como un rato más tarde Brasil derrotó 3-1 a Chile, el equipo argentino logró su clasificación para los Juegos Olímpicos de Atenas. Ahora, mañana tendrá la chance de quedarse con el título del torneo cuando se mida con el ya eliminado Chile.
El triunfo argentino es difícil de explicar si se toman en cuenta los primeros setenta minutos del partido. Sin juego colectivo, con actuaciones individuales muy por debajo de su nivel y hasta con confusiones conceptuales en el armado, el conjunto de Bielsa apenas si había arrimado peligro frente al arco paraguayo. Todo dentro de un desarrollo confuso en el que abundaban las imprecisiones en la mitad de la cancha. En ese panorama, Paraguay se sentía más cómodo, ya que predominaba en el juego aéreo y a través de pelotazos al área alcanzaba a inquietar a Caballero.
A esa altura, la presencia de Tevez en la cancha parecía decorativa. El delantero de Boca no encontraba su posición y tampoco tomaba contacto con la pelota. Para colmo, cuando encaraba, casi nunca pudo escaparle a la férrea marca de los zagueros paraguayos. Al bajo rendimiento de Tevez, se le sumó otra tarea para el olvido de Luis González, que nunca logró transformarse en el conductor del equipo. Para colmo, ninguno de los demás atacantes tomó la posta, con lo que a Argentina le costó muchísimo armar jugadas de peligro.
Por eso, sin demasiadas ideas, a Paraguay le alcanzó con el empuje de sus volantes para mandar en el partido. Sólo la buena labor del arquero Caballero y de los centrales impidió que el conjunto guaraní se pusiera en ventaja en esa primera parte. Recién sobre el final del primer tiempo, Argentina encontró la fórmula para mandar en el campo, aunque nunca encontró la claridad para llegar al gol. Muy poco cambió en el arranque del segundo tiempo. Sin embargo, por su vía más efectiva, Paraguay llegó al gol, cuando Achucarro le ganó a Clemente Rodríguez y metió un buen cabezazo que sometió a Caballero.
Allí se produjo el quiebre. Con una actuación tan pobre y con el resultado adverso, Bielsa no tuvo dudas y mandó a la cancha a Figueroa. Y el ex centrodelantero de Central se encargó de demostrar el acierto del entrenador en un par de minutos. En su primera intervención, su cabezazo esquinado se fue apenas desviado, cuando el arquero no tenía ninguna chance. Fue un anticipo de lo que iba a ocurrir unos minutos más tarde. Es que por presencia física, Figueroa logró imponerse en el área, algo que Tevez no había podido hacer casi nunca.
Y entonces llegaron los tres minutos de gloria del rosarino. Reviviendo la sociedad que formaron en Central, Delgado desbordó por la izquierda y metió un centro perfecto para que su compañero colocara el cabezazo medido, lejos del alcance de Barreto. El gol tranquilizó al conjunto nacional, que siguió insistiendo por el sector de Delgado. Y con esa fórmula llegó el segundo tanto. El centro desde la izquierda sobró a todos, pero Mariano González llegó para rematar. Si bien su intento era un disparo al arco, el tiro defectuoso se transformó en un envío perfecto para que Figueroa desviara la trayectoria de manera poco ortodoxa, pero muy efectiva, para señalar el gol del triunfo y el del viaje a Atenas. Si bien casi nunca llegó a deslumbrar, el equipo de Bielsa consiguió el objetivo que se propuso, y ahora mañana le alcanza con un empate para festejar el título.