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› TALLERES VENCIO 2-0 A CENTRAL EN ROSARIO
Lo de la T no es cuento
Los cordobeses ganaron con goles de Piriz Alves y Salas y se afirmaron en la punta del Clausura. Ya les sacaron seis puntos a sus escoltas y esperan muy tranquilos los resultados de hoy.
La punta parece estar en buenas manos. Con una muestra importante de carácter, actuaciones individuales muy destacadas, como Víctor Piriz Alves, Mauricio Serna y Luciano De Bruno, y una llamativa practicidad, Talleres venció 2-0 a Central, que jugó con los titulares, y ya sacó seis unidades de ventaja, al menos hasta esta tarde cuando se complete la jornada. Piriz Alves y Maximiliano Salas anotaron los goles del líder.
Si Juan José López pretendía un desarrollo determinado del partido, las circunstancias del arranque no podían ser más favorables. Es que en la primera chance, Piriz Alves acertó en el arco de Gaona y dejó todas las obligaciones del lado de Central. De esa manera, Talleres le regaló la pelota a su rival, se fortaleció cerca de su arquero y utilizó los espacios para las corridas de sus dos atacantes. Con esa fórmula manejó el trámite, más allá de que Central monopolizó la tenencia del balón. Pero como el equipo rosarino no supo utilizarlo, Gutiérrez no pasó demasiados sobresaltos. Por eso no fue sorprendente que las mejores chances hayan sido para los visitantes, como esos dos remates de Donnet, uno que rebotó en el palo y otro que pasó cerca.
Muy poco cambió en el comienzo del segundo tiempo. Se vio otra dosis del dominio estéril de Central y de la practicidad de los visitantes para tener todo controlado, aún en los momentos en los que no contaban con la pelota. Además, para tranquilizarse más todavía, Talleres encontró un golazo de Salas desde afuera del área para estirar la ventaja. Si bien quedaban más de treinta minutos, allí casi se definió el partido, ya que Central demostró una llamativa impotencia para generar situaciones de peligro y Talleres controló todos los aspectos del juego. Así se llevó una victoria importantísima, se afirmó en la punta e ilusionó a la multitud que lo acompañó a Rosario.