Una sensacional tarea de Carlos Navarro Montoya le permitió a Independiente rescatar un empate 0-0 en su visita a Arsenal. Si bien el partido fue parejo, el conjunto local contó con las mejores situaciones, pero se encontró con una actuación notable del arquero rival, que le impidió llevarse una victoria merecida. Lo del conjunto de Pastoriza fue muy pobre, con pocas ideas en ataque y bastante endeble en defensa.
En el arranque, los dos equipos salieron decididos a buscar la victoria, por lo que el trámite era entretenido. Situaciones concretas en ambos arcos, y un aceptable trato de pelota, eran las características que predominaban. En ese contexto, la mejor chance de esa primera mitad la tuvo Adrián Romero, que quebró el adelantamiento masivo de la defensa y picó habilitado para enfrentar a Navarro Montoya. Sin embargo, la experiencia del arquero fue un obstáculo insalvable para el juvenil delantero. Del otro lado, la posibilidad más concreta de Independiente estuvo en la cabeza de Jairo Castillo, pero Limia se quedó con el envío del colombiano.
Claro que a medida que transcurrían los minutos, el desarrollo se iba desluciendo. Las jugadas trabadas, las imprecisiones y las faltas se tornaron cada vez más repetidas, con lo que el juego se fue tornando cada vez más aburrido. Para colmo, los dos veían con buenos ojos el empate, por lo que disminuyeron los riesgos asumidos. Dentro de ese panorama, Arsenal era el que más buscaba, ante un adversario que apenas si intentaba cruzar la mitad de la cancha. El único problema para los de Burruchaga fue que el arquero rival era Navarro Montoya, que con dos tapadas muy difíciles se encargó de sellar la injusta igualdad.