Su equipo está cerca de conseguir un gran logro: clasificarse para la Copa Libertadores de América por primera vez en su historia. A pesar de que los hinchas viven este momento con mucha ansiedad, Julio César Falcioni, técnico de Banfield, asegura estar “muy tranquilo y con mucha confianza” en la capacidad de sus dirigidos. Cree que la campaña de Banfield no es “ningún milagro”. Además, asegura que el fútbol le dio “felicidad y buenos momentos” y que el puesto de arquero le ayudó a ver el juego “con más frialdad”, lo que le sirvió en su formación como entrenador. Así charló con Página/12 el artífice de la mejor campaña en la historia del club del sur del Gran Buenos Aires, desde 1951, cuando salió subcampeón detrás de Racing.
–¿Cómo se hace para dominar la ansiedad cuando se está tan cerca de lograr un objetivo tan importante en la historia de Banfield?
–En realidad, no percibo una gran ansiedad en el grupo ni en el cuerpo técnico. Puede ser en los socios y en los hinchas. Pero sabemos lo que tenemos, y estamos muy confiados en la capacidad de estos jugadores y en el trabajo que llevamos adelante desde el primer día. Estamos tranquilos, porque más allá del resultado final, sabemos que hicimos las cosas bien.
–¿Cuál es para usted la principal virtud que tiene este equipo?
–Somos un equipo ordenado, prolijo y serio, que además tiene jugadores con la suficiente riqueza técnica como para jugar de igual a igual con cualquiera.
–Cuando se habla de esta buena campaña de Banfield se resalta el trabajo que llevó a cabo Luis Garisto durante la pasada temporada ¿Usted cree que le dejaron una buena base?
–Al llegar al club se fueron diecisiete jugadores y tuvimos que traer doce. Hicimos un equipo nuevo. Respeto lo hecho por Garisto, pero el mérito de esta campaña le pertenece a este grupo de jugadores y al actual cuerpo técnico. De eso estoy convencido.
–¿Qué cree que le falta a Banfield equipo para llegar más arriba y poder pelearle un campeonato de igual a igual a River o a Boca?
–Tenemos que crecer mucho. Pero lo más importante lo tenemos: un estilo de juego. Somos un equipo que sabe lo que quiere. Lo demás es continuidad competitiva y suerte. Si este mismo grupo de futbolistas pudiera jugar junto durante dos años sin ser desmantelado, podría alcanzar grandes logros. Esto que conseguimos, sumar 52 puntos y estar terceros en la tabla de la temporada, no es producto de la casualidad; este equipo puede estar para grandes cosas.
–¿Le gusta el nivel del campeonato argentino?
–Sí, hay buenos equipos y un nivel muy competitivo. El fútbol argentino vive todo a mil por hora, pero, a pesar de eso, se puede disfrutar.
–¿Pero cómo se hace para disfrutar un campeonato donde existe tanta presión por obtener resultados?
–En el fútbol siempre existió la presión y, a pesar de eso, nunca perdió atractivo ni belleza. Estar con los jugadores en el día a día, entrenar, salir a la cancha a ver un partido, son cosas que se disfrutan. Tal vez suene medio masoquista, pero a mí me gusta la presión, porque es parte de este trabajo. Y eso también se disfruta.
–¿Cuál es el equipo que más le gusta?
–Sin duda, Boca. Porque tiene lo que hay que tener para triunfar en el fútbol actual. Un plus táctico que lo hace superior al resto, y ahí es donde se ve la mano de un entrenador. Estoy convencido de que si un equipo es ordenado y sabe lo que tiene que hacer dentro de la cancha, a la larga termina por imponerse. En igualdad de condiciones técnicas, gana el más inteligente.
–¿Cómo se explica el traspié que Boca sufrió ante River en la última fecha del Clausura?
–Fue un partido. El equipo de Bianchi jugó mal y a River le salieron muy bien las cosas. De todos modos, creo que Boca tiene más equipo que River.
–¿Por qué algunos dudan de la capacidad que pueden tener los arqueros cuando se dedican a la dirección técnica?
–Ese es un prejuicio. El arquero es un jugador de fútbol como cualquier otro, y aunque parezca raro, el puesto otorga la gran posibilidad de analizar el juego, porque uno tiene a veces la responsabilidad de organizar el juego de la defensa o de ordenar las marcas en una jugada de pelota parada. Y eso, puede ser muy útil para dedicarse a la dirección técnica. Hoy existen entrenadores muy capaces que fueron arqueros, como Fillol o el mismo Lavolpe, que dirige la Selección mexicana.
–¿Y qué opina del actual nivel que tiene los arqueros del fútbol argentino?
–Creo que hay muy buenos
arqueros. A mí me gustan mucho Navarro Montoya, Olave y
Abbondanzieri.
–¿Le gusta Cavallero como titular en la Selección Argentina?
–Si Bielsa lo eligió debe ser por algo. Es una decisión que no puedo cuestionar.
–Usted trabajó en las divisiones inferiores cuando Bielsa era técnico de Vélez. ¿Cree que podrá recobrar la confianza del hincha argentino después de lo que pasó en el último Mundial?
–Sí. Es un gran entrenador y estoy convencido de que tendrá revancha.
–¿Y cómo se ve usted como entrenador de la Selección?
–Todavía me falta mucho. Tengo que crecer como entrenador. Pero es una meta que algún día espero alcanzar.

Entrevista: Leonardo Castillo.