Por Sebastián Fest
Desde París

Mientras la primavera parisina subía de temperatura y el sol golpeaba con fuerza sobre más de 30.000 personas que tomaron las instalaciones de Roland Garros, el tenis argentino marcaba otro hito, sólo ensombrecido por la derrota de Gisela Dulko, que pudo ser claramente victoria. Cuatro argentinos disputarán los octavos de final del Abierto de tenis de Francia, una cifra sin antecedentes para los sudamericanos en torneos de Grand Slam. A los triunfos de Guillermo Coria y Juan Ignacio Chela el viernes, ayer se les sumaron los éxitos de Gastón Gaudio y David Nalbandian, para superar todas las marcas conocidas en la estadística argentina. Y entre las chicas, hay que sumarle a Paola Suárez, que también sigue en carrera.
“Este record demuestra que Argentina siempre es candidata a ganar los torneos”, señaló Nalbandian tras su duro triunfo ante el austríaco Stefan Koubek. El argentino se impuso por 6-7, 6-3, 7-6, 7-5 en una cancha siete que hace doce meses había marcado su eliminación ante el francés Nicolas Coutelot en segunda ronda. “En el final del primer set se me cruzó que el año pasado había perdido en la misma cancha”, comentó sonriente Nalbandian, que dijo no preocuparse por el “premio limón” que le entregó la prensa internacional el viernes: “Esta noche no voy a poder dormir”, ironizó el cordobés, que se medirá en octavos con Marat Safin.
Sí dormirá, y bastante tranquilo, Gaudio, que logró un muy buen triunfo ante el sueco Thomas Enqvist. El 6-0, 6-4, 6-7, 6-4 le dio el pase a octavos y la oportunidad clara de soñar con los cuartos, ya que el ruso Igor Andreev, 77º del ranking mundial, no es el peor rival que podía depararle la ronda de los últimos 16. “Andreev pega muy fuerte. No lo enfrenté nunca, pero sé que es complicado, dependés más de lo que haga él que de lo que hagas vos”, analizó el argentino, que jugó ayer un primer set cercano a la perfección para asestarle un 6-0 a Enqvist en apenas 21 minutos. “En ese set jugué en mi mejor nivel, como en 2002, pero después desaproveché algunas oportunidades en el tercero que no tengo que desperdiciar”, reconoció. Gaudio está mirando el cuadro: “Sé que después de Andreev vendría Hewitt o Costa”. ¿Lo relaja ganar?, le preguntó un francés. Gaudio se rió con franqueza: “No, no, acá no se relaja nadie. Yo, seguro que no. Los otros no sé”.
El día fue amargo para Dulko, que tardará en olvidar la oportunidad que desperdició. Enfrente tenía a Shinobu Asagoe, una japonesa que, varios minutos después de terminado el partido, seguía llorando sentada en su silla. Eran lágrimas de alegría tras un partido que pudo perder. Asagoe ganó 7-5, 4-6, 6-4 un choque que, con citar sólo dos datos, ofrece una idea de lo que fue: Dulko ganaba 4-1 en el primer set y 4-1 en el tercero. “El partido lo perdí yo. Estuve muy nerviosa, desaproveché oportunidades muy claras como el 4-1 en el primero y el 4-1 en el último”, admitió la argentina, visiblemente afectada por la derrota. “Cuando en el 4-1 final ella pidió médico fue una cuestión táctica, más que médica. Pero en el tenis se hace todo para ganar, quizá yo debería hacer algo similar”, concluyó Dulko, de 19 años, que vivió de todos modos una semana inolvidable en París.
Tres argentinos buscarán hoy un lugar en los cuartos de final. Juan Ignacio Chela abrirá el día en la central enfrentando al francés Olivier Mutis, 125º del ranking mundial y una de las sorpresas del torneo. Chela, 22º del mundo, es claro favorito para soñar con unos accesibles cuartos de final ante el ganador del choque entre el inglés Tim Henman y el francés Michael Llodra. Paola Suárez es también “caballo ganador” en su duelo ante la china Jie Zheng, la primera mujer en la historia de su país en llegar a los octavos de final de un Grand Slam.
Las metas de Guillermo Coria son bastante más elevadas que las de la china, y aunque el local Nicolas Escude contará con el apoyo de 14.000 franceses en la cancha central, el argentino está en un nivel que lo hacecandidato. No perdió ningún set en lo que va del certamen, el suizo Roger Federer fue eliminado ayer a manos del resucitado brasileño Gustavo Kuerten y Carlos Moyá –su gran rival en la lucha por el título– tiene un duelo de pronóstico reservado hoy a su compatriota Tommy Robredo. Todo es favorable hasta ahora en el camino de un Coria dispuesto a todo para ser campeón.