Jue 03.06.2004

DEPORTES  › EL DIA DE GLORIA LLEGO PARA GAUDIO Y NALBANDIAN

Allons enfants de l’Argentine

Tres semifinalistas masculinos en Roland Garros: a Coria se sumaron el Gato, que eliminó a Hewitt, y el cordobés, que sacó al ídolo Kuerten. Suárez va por la final.

Por Sebastián Fest
Desde París

El tenis argentino escribió historia en el Abierto de Francia, copando las semifinales de un torneo de Grand Slam 25 años después de que Guillermo Vilas conquistara su último “grande”. La euforia argentina se llevó por delante al renacido brasileño Gustavo Kuerten, tricampeón de Roland Garros y favorito del público francés. David Nalbandian lo batió 6-2, 3-6, 6-4, 7-6 (8-6) y enfrentará mañana por las semifinales a Gastón Gaudio, que aniquiló el juego del australiano Lleyton Hewitt imponiéndose 6-3, 6-2, 6-2.
El último argentino en disputar la final en París fue Vilas, hace 22 años, cayendo ante el sueco Mats Wilander. Una final argentina es posible, ya que Guillermo Coria enfrentará el viernes al inglés Tim Henman, sorprendente semifinalista del torneo.
Es la quinta vez en la era abierta del tenis que tres jugadores de un mismo país acceden a semifinales en el Abierto de Francia. Las últimas dos fueron en 1998 y 2002, con jugadores españoles.
“Siempre es distinto jugar con un compatriota, es diferente que enfrentar a cualquier otro. Creo que los dos queremos lo mismo, estar en la final. La amistad y ser del mismo país quedarán fuera de la cancha el viernes”, dijo Nalbandian de cara a su choque con Gaudio.
“Es una situación increíble, sobre todo por Guillermo y David, que son dos cracks. Nosotros acompañamos desde atrás. Esperamos que Argentina lo disfrute”, dijo Gaudio, que siempre admitió que su “sueño” es triunfar en París. “Siempre fue mi sueño, es el sueño de mi vida ganar este torneo y voy a dejar la vida para ver si se puede cumplir.”
Kuerten agradeció el apoyo que recibió desde las gradas: “Significa mucho para mí jugar este torneo. Fue duro, él me hizo correr mucho. Pero la gente me apoyó y me hizo soportar cualquier dolor”. Es la primera vez que Kuerten pierde ante un sudamericano en un torneo de Grand Slam.
Nalbandian, que accede por tercera vez en su carrera a la semifinal de un Grand Slam –fue finalista en Wimbledon 2002 y semifinalista en el US Open 2003–, confesó que no le fue sencillo contener sus nervios. “Hubo un poco más de nervios que en los partidos anteriores”, admitió.
El viento complicó el partido. “Las condiciones no eran las ideales, hubo muchas imprecisiones en el juego mío y en el de Guga”, reconoció Nalbandian, que el lunes se ubicará como número cuatro del ranking mundial, siempre y cuando Henman no gane el torneo.
El clímax del partido llegó en el final del cuarto set. Kuerten dispuso de un set-point con Nalbandian sacando 30-40, y luego de otros dos sirviendo 40-15. No supo rematarlos, y tampoco aprovechó la ventaja 5-2 en el tie break que le daría el triunfo al cordobés.
Nalbandian rió al preguntársele cuál es ahora su Grand Slam predilecto, ya que en todos alcanzó al menos los cuartos de final. “Me gustan todos, todos los Grand Slam. En el cemento es donde más cómodo me siento, pero sé que puedo jugar bien en todas las superficies.” Nalbandian confía en ganar el título: “A partir de ahora cualquiera puede ganar los partidos o el torneo”.
Gaudio venció a sus fantasmas con un partido perfecto ante Hewitt, borrado de la cancha en menos de dos horas y ganando 20 de los 21 puntos que jugó en la red.
“La clave fue que nos conocemos mucho. Los dos partidos que perdí ante él los tenía ganados, y hoy (por ayer) sabía que si jugaba concentrado podía ganar como lo hice”, dijo el número 44 del mundo, el único no preclasificado en semifinales.
Gaudio sueña con la final, pero sabe que el próximo obstáculo es durísimo: “David es, para mí, el jugador más completo del mundo. Hoy es el octavo del ranking, pero puede estar mucho más arriba”.
Vilas observó el partido en primera fila del palco oficial, conversando ocasionalmente con el presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Enrique Morea. José Luis Clerc, semifinalista en 1982, prefirió verlo desde una ubicación más discreta. “No tengo que ir a una tribuna para que la gente me vea, como cierta gente que va a robar cámara en estos momentos”, dijo Clerc.
Gaudio cree que la crisis de su país ayuda de alguna manera a fortalecer el espíritu ganador de sus deportistas. “Toda la situación que pasamos en Argentina hace un tiempo por ahí nos da a todos los deportistas que estamos en el exterior fuerza extra para darle al pueblo argentino las alegrías que necesita.”
El argentino se negó a quitarse la gorra con la que juega siempre. “Eso es para la final”, le contestó al periodista francés que lo entrevistaba, con el que aceptó bailar un tango si gana el torneo.

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