Con excepción del Mundial, ningún otro torneo internacional es capaz de reunir jugadores y equipos de tanta calidad durante un lapso tan breve de tiempo y concitar además el interés de los aficionados de todo el planeta. Se trata de la Eurocopa 2004, cuya 12ª edición se pondrá en marcha hoy en Portugal con los partidos entre los locales y Grecia y España-Rusia (televisa Fox Sports desde las 15) y con la participación de las 16 mejores selecciones del continente. Francia (ultimo campeón), Italia, España, junto con los anfitriones, son los más firmes candidatos al título, mientras que Holanda, Suecia y la República Checa se alistan para dar una sorpresa. Inglaterra y Alemania, en cambio, intentarán recuperar algo del prestigio perdido, tras la mala performance que cumplieron hace cuatro años en la edición llevada a cabo en Holanda y Bélgica.
Con Zidane, Pires y Henry, Francia intentará retener el título que consiguió hace cuatro años cuando derrotó 2-1 a Italia con un gol de oro del delantero argentino David Trezeguet. El equipo que dirige Jacques Santini asumió este torneo como una posibilidad de revertir la pobre campaña que cumplió en el último Mundial, al cual también llegó como campeón, pero fue eliminado en la primera rueda. Consciente del desafío, Zidane, a los 32 años, aseguró que afrontará la competencia “en plena forma” y con la intención de obtener “un gran logro” cuando el final de su carrera parece cada vez más cercano. “Me tomo este campeonato muy en serio. Estoy en la cima de mi carrera y quiero retirarme con un campeonato. Además quiero revancha. Por lo mal que le fue a Francia en el Mundial y para desquitarme de lo sucedido durante la pasada temporada con el Real Madrid. Por todas esas razones, la Eurocopa es muy importante para mí”, señaló Zidane al arribar a Portugal.
Pero, más allá de cualquier favoritismo, el plantel francés se enfrenta a un dilema extrafutbolístico que puede traerle complicaciones internas. Marcel Desailly, histórico capitán de “Les Bleus”, no se encuentra en un buen momento deportivo y Santini podría mandarlo al banco. Además, el excesivo protagonismo del defensor del Chelsea más sus compromisos publicitarios han sembrado la discordia entre los demás jugadores del equipo. Pero Santini se preocupó por restar importancia a los rumores y remarcó que Desailly está “listo para ser requerido cuando se lo necesite”. No obstante, el entrenador no confirmó si piensa incluirlo como titular en el debut de mañana contra Inglaterra.
En cambio, los ingleses ven este campeonato como una oportunidad de establecer un nuevo liderazgo continental. Nunca ganaron la Eurocopa y lo más lejos que llegaron fue a las semifinales del torneo que organizaron en 1996, pero su entrenador, el sueco Sven Goran Eriksson, afirmó que la selección británica “puede dar una sorpresa” ante Francia y llegar incluso “a lo más alto” del certamen. “Tenemos un equipo competitivo y además contamos con un valor muy importante: nuestra tenacidad. Los ingleses nunca se entregan. Les daremos pelea a todos nuestros rivales y podemos llevarnos la copa por primera vez”, estimó Eriksson.
Después de haber perdido la pasada final en período suplementario, Italia quiere revancha y se prepara asumir el protagonismo de siempre. El técnico Giovanni Trappatoni considera que, durante el torneo, el delantero de la Roma Francesco Totti se convertirá “en un nuevo Platini”. “Para algunos puede parecer exagerado, pero si Totti está bien, y si sus compañeros lo entienden, Italia puede ser campeón. Para nosotros es como Platini”, afirmó convencido el adiestrador.
España también tiene su jugador símbolo: Raúl. El delantero del Real Madrid resultó vital para la clasificación de su equipo a la Eurocopa, al convertir siete goles y ser el máximo artillero durante la Eliminatoria. Cansado de llegar como favorito y diluirse en las instancias decisivas, el equipo de Iñaki Sáez pretende esta vez revertir la historia. Con jugadores como Vicente, de Valencia, y Fernando Torres, de Atlético Madrid, España quiere hacer historia y ponerse el traje de campeón después de 40 años.
Bajo la conducción del técnico brasileño Luiz Felipe Scolari, Portugal tiene por delante el desafío de consagrar a la denominada “generación de oro”. Figo, Rui Costa y Fernando Couto vienen jugando juntos desde 1991, cuando integraron un brillante equipo que ganó el Mundial Sub-20 disputado en Portugal. Japón-Corea 2002 era la gran oportunidad de consagrarse, pero fueron eliminados en primera ronda. Ahora, ante su público, tendrán la gran chance de llevar el fútbol portugués a lo más alto desde los tiempos de Eusebio, aquel delantero que resultó vital para que Portugal conquistara el tercer lugar en el Mundial de Inglaterra 1966.
Algo deslucida por las pobres actuaciones que llevó a cabo durante los amistosos previos, Alemania apuesta al talento de Michael Ballack y a la presencia de Kahn en el arco para ser protagonista. El entrenador Rudi Völler dispuso convocar a varios jugadores Sub-21 con el propósito de renovar al equipo, que viene muy golpeado después de haber perdido como local 2-0 ante Hungría. Pero, además de los problemas futbolísticos, la selección germana deberá ganarse la confianza de los hinchas. Una encuesta reveló que sólo el 17 por ciento de los alemanes cree que el equipo de Völler será campeón. Pero el entrenador sigue confiando en sus dirigidos y en la eterna categoría del jugador alemán. “Nadie daba un centavo por nosotros en el último Mundial y llegamos a la final. ¿Quién puede descartarnos en esta oportunidad?”, preguntó Völler antes de viajar a Portugal.
En cuanto al resto, Suecia espera dar una sorpresa con la base del plantel que jugó el Mundial pasado. Jars Lagerback, uno de los entrenadores, declaró que el equipo es “más interesante” que aquel que disputó el Mundial del 2002 y que se presenta con “más velocidad” para este torneo. En tanto, Holanda es una verdadera incógnita. Es un plantel que mecha la experiencia de los históricos como Cocu, Davids, Seedorf, Reizeger, entre otros, con la juventud de Robenn, Bosvelt y Van del Vaart, que no superan los 21 años. Es, según lo definió Frank Rijkaard, actual entrenador del Barcelona, “un equipo en transición y sería injusto a esta altura pedirle un título. Hay que esperar a los más jóvenes”, estimó Rijkaard. Bajo la conducción del volante de la Juventus Pavel Nedved, la República Checa buscará llegar otra vez a una final, como lo hiciera en Inglaterra 1996, cuando cayó frente Alemania por un gol de oro.
La Eurocopa, un aperitivo ideal para mitigar la espera por la cita mundialista de Alemania 2006. Por eso fue, tal vez, Plamen Markov, entrenador de Bulgaria, quien mejor definió el espíritu de este certamen. “Para nosotros es un honor jugar este torneo porque prestigia el fútbol búlgaro. Aquí sólo faltan Brasil y Argentina. Por lo demás, es como si fuera la Copa del mundo”, consideró Markov.
Producción: Leonardo Castillo.