En cuarenta y cuatro años de historia de este campeonato, ningún gobierno se preocupó tanto en la organización de una Eurocopa como la administración del presidente Jorge Branco Sampaio. Bajo su conducción, el Estado portugués invirtió más de 1600 millones de euros en la infraestructura destinada al torneo. Pero esta fabulosa inversión no será en vano. Los organizadores esperan recaudar más de 4 millones de euros y aguardan la llegada de 350 mil hinchas durante el campeonato. Con el propósito de facilitar el arribo, las autoridades ya aumentaron la frecuencia de vuelos en los aeropuertos de Lisboa, Oporto y Coimbra.
Pero no todas son buenas. Tres hospitales de Lisboa recibirán a la Eurocopa con cinco días de huelga, entre el 14 y el 18 de junio, que se suma a la de los funcionarios judiciales, que se declararon en paro por tiempo indeterminado. Los médicos de los hospitales lisboetas de Sao José, Capuchos y Desterro, que reclaman hace dos años el pago de horas extra que rebasen la tabla de 42 semanales, anunciaron la protesta de cinco días en pleno arranque de la Eurocopa, que podría complicar los planes de asistencia médica durante el campeonato.