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› EL PARTIDO MAS LARGO, LA DEFINICION MAS CORTA
Coria lo liquidó en un minuto
Es lo que tuvo que jugar ayer el santafesino para terminar el partido que había arrancado el lunes. Dulko volvió a cargarse a Navratilova, ganaron Paola Suárez y Chela y cayeron Cañas y Vassallo.
Guillermo Coria pasó a la segunda ronda del torneo de Wimbledon al vencer al sudafricano Wesley Moodie 6-4, 6-7 (3-7), 6-3, 6-7 (3-7), 6-3 en un partido que empezó el lunes y que se demoró hasta ayer por culpa de la lluvia. El tercer cabeza de serie y reciente finalista de Roland Garros jugará ahora contra el alemán Florian Meyer, con la intención de pasar a tercera ronda.
Coria apeló a la concentración para vencer un partido que se disputó durante cuatro días: “Estuve muy concentrado, estaba dispuesto a esperar lo que fuera necesario, así es Wimbledon”. La victoria de Coria frente a Moodie, número 106 del mundo, llega una semana después de que Coria lograra el primer triunfo de su carrera sobre césped, en Holanda.
Coria necesitó un minuto para cerrar el partido que ya había dejado encaminado los días anteriores. “La espera fue muy dura, muy aburrida y muy rara. Entrar 30-30 fue muy difícil, hice una muy buena entrada en calor, calenté bien el hombro que me viene molestando desde Hamburgo y me concentré mucho”, dijo ya relajado Coria.
El subcampeón de Roland Garros y tercera cabeza de serie tuvo mucho tiempo para pensar en los puntos que le restaban para certificar el partido. “Si te ponés a pensar mucho te ponés nervioso, que lo juego acá, que lo juego allá y terminás jugándolo a cualquier lado. Pensé en calentar bien, en estar tranquilo y en meter el primero adentro a la derecha. Si me ponía match-point, sacar abierto e ir a la red, pero fallé el primer servicio. Por suerte tiró la devolución afuera”, explicó.
Coria recordó la polémica del martes cuando, pese a la lluvia, los jueces se resistían a parar el encuentro: “La cancha estaba húmeda, a mí me convenía porque iba ganando, pero la cancha no estaba en condiciones. El tipo me contestó que estaba perfecta, que en la Central y en la 1 había que jugar sí o sí. Tenía las suelas húmedas y me caía”.
Los problemas de ingle no lo molestaron: “Ayer me hice una ecografía y dio que es una pequeña contractura, pero si el martes hubiese tenido que seguir no habría podido porque estaba muy dolorido, me asusté mucho. Por suerte fue un susto. Más me preocupa el hombro”.
Coria está pasando problemas de adaptación al césped en el que, también por la lluvia, se resbala mucho. “Me da mucha vergüenza caerme. Hay miles de personas mirándote y vos andás por el piso, es un papelón”, comentó entre risas.
El número tres del mundo preparó como nunca Wimbledon, ya que jugó en Queen’s y en Den Bosch, donde llegó a la final y ganó los primeros partidos de su carrera sobre esta superficie. “Estoy muy feliz con la decisión de jugar antes, porque si venía como el año pasado me hubiera ido en la primera vuelta”.
El objetivo es ser número uno en un futuro cercano y para eso el santafesino la tiene clara: “Cuando se quiere ser uno del mundo hay que prepararse para Wimbledon, porque es un Grand Slam y tomarlo con seriedad”.
Coria intentará hoy, a las 6, ante el alemán Florian Mayer, ganar un nuevo partido. “Tengo que tener cuidado. Es joven, está entrando en el circuito con muchas ganas y juega desde abajo. Es peligroso porque le pega muy fuerte.”
Sobre su nuevo entrenador, Gabriel Markus, Coria manifestó la alegría de jugar a sus órdenes. “Es uno de los dos entrenadores que siempre quise tener. El tenía compromisos con Massú y Chela y no podía, pero ahora se dio. Espero que sea mi último entrenador”, comentó convencido.
También tuvo palabras de agradecimiento para su ex entrenador, Fabián Blengino: “El trabajo con él fue muy positivo. Los resultados fueron muy buenos, pero habíamos arreglado hasta Roland Garros. Si hubiera ganado, también habríamos terminado porque era lo arreglado. Ya estaba decidido. Es muy trabajador, buena gente, piensa en positivo, pero me gustaba Gaby y al quedar solo me decidí por él”.
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