Tras el alejamiento de Carlos Ischia como entrenador, los dirigentes de Vélez entendieron que Alberto Fanesi era la persona ideal para conducir un plantel joven con aspiraciones de pelear por un campeonato. Durante cuatro años trabajó en las inferiores del club y su conocimiento de la mayoría de los jugadores que actualmente se encuentran en Primera fue fundamental para que Raúl Gámez, presidente de Vélez, le encargara la conducción de un grupo con aspiraciones de ganar el Apertura. Y acorde con el desafío que tiene por delante, Fanesi, en una entrevista que concedió a Página/12, aseguró que sus dirigidos están preparados para “dar el gran salto consagratorio”.
–Con un equipo joven, Vélez peleó los últimos campeonatos pero siempre le faltó un plus en el momento de la definición. ¿Ahora está preparado para ser campeón?
–Sí. Este equipo sumó mucha experiencia y en esta oportunidad mecha sabiduría y juventud como muy pocos planteles del fútbol argentino pueden hacerlo. La columna de este equipo la componen Cubero, Zárate, Fuentes y Sessa, y después tenemos a varios chicos que vienen desde las inferiores. Es una combinación ideal como para alcanzar un éxito deportivo. No puedo prometer un campeonato, pero estoy seguro de que este equipo está capacitado como para ganar un título y romper la hegemonía que River y Boca ejercen en el fútbol argentino, dependerá de ellos poder hacerlo.
–¿Por qué cree que los dirigentes de Vélez le confiaron la conducción de este equipo?
–Creo que fue por todo el trabajo que realicé en las inferiores y porque conozco a la mayoría de estos jugadores. Este plantel está en una fase final de maduración y los dirigentes querían que un hombre del club condujera esta etapa. Y acá estoy.
–Pero considerar a este equipo maduro como para ganar un campeonato ¿no les agrega demasiada presión a estos jugadores?
–La presión debe ser un proceso de retroalimentación que el jugador debe aprovechar para crecer, es parte del profesionalismo. Y este equipo, por ahora, está respondiendo bien.
–Mencionó a Sessa como uno de los referentes del grupo, alguien que estaba marginado del equipo por algunas inconductas. ¿Por qué usted confió en él?
–Sobre todo porque es un gran arquero y creo que un tipo de esas condiciones tiene que actuar como titular en cualquier club. Confié en él y no me defraudó. Sessa cambió, está mejor y es uno de los líderes positivos que posee este grupo.
–Mucho se dice sobre lo que significa jugar bien. ¿Cómo lo entiende usted?
–Para mí, la clave del fútbol es tener la pelota y procurar recuperarla. Creo en el orden táctico y en la solidaridad de un equipo, pero sobre todo me interesa que el jugador pueda expresar al máximo sus condiciones técnicas. Estoy convencido de que es más fácil ganar si un equipo tiene la pelota durante más tiempo que su adversario. Esa es mi forma de entender y jugar el fútbol.
–¿Le gusta entonces cómo está jugando la Selección Argentina?
–Sí, claro. Y me gusta mucho más esta etapa que la de los primeros cuatro años. Ahora es un equipo que tiene más pausa y lateraliza más el juego. En las Eliminatorias del Mundial 2002 fue un equipo más vertical y que ahogaba a los rivales en base a la presión. Ahora me gusta más. Me parece que jugando de esta forma, la Selección tiene grandes posibilidades de hacer un buen campeonato en el 2006.
–Fuera del fútbol, ¿a quién admira?
–Al Che Guevara. Creo que fue un ejemplo de hasta dónde pueden llevarse los ideales. Se jugó entero por lo que creyó correcto y me parece que en esta sociedad ese tipo de conductas no se reconocen como se debería.
–¿Se considera un hombre de izquierda?
–Sí, creo en la solidaridad como un ideal de vida y trabajo. La meta de todo gobierno debe ser que el trabajador alcance un estado de bienestar que le permita realizarse. Mi viejo fue socialista y me inculcó esa forma de ver la realidad.
–¿Y cómo hace para mantener fidelidad hacia ellos en un medio tan competitivo como el fútbol?
–Fundamentalmente, acordando cada decisión con mis jugadores. Soy el entrenador y el conductor, pero no soy un dictador. Trato de que los futbolistas se comprometan con el trabajo y que me brinden su opinión todo el tiempo. Es la mejor forma de comprometerlos con la suerte de un equipo.
–¿Cómo ve la situación actual del país?
–Para mí, los períodos que atraviesa una sociedad son como un largo partido de fútbol. Durante los años noventa perdimos por goleada, y ahora, si bien conseguimos descontar un poco, todavía nos falta mucho para empatar, ni hablar de dar vuelta el resultado. De todos modos, no soy pesimista y creo que siempre existen esperanzas de lograr un cambio, sobre todo si todavía tenemos la oportunidad de salir a la cancha y jugar.

Entrevista: Leonardo Castillo.