En la punta del Apertura no hay sorpresas: River y Boca son, cuándo no, los líderes. La sorpresa viene a continuación: bajo la conducción de Reinaldo Merlo, Estudiantes se perfila como la revelación del torneo. Al cabo de cinco fechas, el equipo platense está invicto, con tres triunfos, dos empates, y a dos unidades de los punteros, con uno de los cuales deberá medirse el domingo próximo en el Monumental, un gran desafío para elenco albirrojo que hasta el campeonato anterior conducía Carlos Bilardo. ¿Cuánto del Doctor hay en este equipo?
Bajo la dirección técnica de Bilardo, el club realizó una pobre campaña al sumar 45 puntos en 38 partidos pero, según señalan en La Plata, la incorporación de algunos experimentados jugadores y un ostensible plus de gran entrega física son los principales factores que justifican este repunte del conjunto estudiantil.
Sin embargo, Merlo apuesta por bajar un poco las expectativas de la hinchada de Estudiantes. Para el técnico, el objetivo sigue siendo sumar la mayor cantidad de puntos para escaparle al descenso. “Tenemos que estar tranquilos y sumar partido a partido”, explicó el entrenador después de la victoria ante Instituto, y cuidándose de no repetir la vieja muletilla del “paso a paso” que utilizó durante su gestión en Racing.
Más allá de cualquier frase hecha, el mérito de Merlo en la conformación de este equipo reside en la incorporación de jugadores experimentados como Fernando Ortiz, Juan Daniel Cáceres, Walter Silvani y Rodrigo Meléndez, que se sumaron a un plantel con varios jugadores juveniles. Estudiantes posee un valor muy importante que, hasta el momento, fue fundamental para superar a todos los rivales que enfrentó. Presiona en todos los sectores de la cancha con la intención de provocar el error del adversario; así lo hizo ante Instituto, Argentinos y Banfield.
Con respecto a lo táctico, el conjunto de Merlo practica un cerrado esquema 4-4-2, donde predomina la movilidad de sus volantes y delanteros, combinada con la cerrada marca que ejerce la línea defensiva. Es en este sector de la cancha donde jugadores como Ortiz y Cáceres cumplen un rol fundamental. En la mitad de la cancha, si bien se destacan las actitudes combativas de Meléndez y Rodolfo Aquino, hay un complemento con los aportes creativos de José Sosa y Horacio Cardozo.
En la ofensiva se destacan el oficio de Silvani con el entusiasmo de Mariano Pavone, uno de los futbolistas más resistidos por los hinchas de Estudiantes hasta la llegada de Merlo. El equipo fundamenta su rendimiento en la solidez y el orden, dos cualidades que, paradójicamente, no tenían los dirigidos de Bilardo en la pasada temporada.
Pero si, como dice Merlo, el objetivo de máxima era sumar para mantener la categoría, Estudiantes parece haber cumplido buena parte de este objetivo en sus cinco primeras presentaciones, ya que se enfrentó a todos los rivales directos que tendrá en la lucha por evitar el descenso y lo hizo exitosamente. Tras empatar con Huracán de Tres Arroyos y Colón, se impuso después sobre Banfield, Argentinos e Instituto. Este es, además, el mejor arranque de Estudiantes en los últimos siete años. En el Clausura 1997, bajo la conducción de Daniel Córdoba, el club platense había sumado 13 unidades en sus primeras cinco presentaciones. Aunque ahora suma 11 puntos, la performance del equipo ha servido para alimentar la ilusión de una hinchada que desde hace años estaba acostumbrada a pensar en el promedio que debían sumar en la temporada para no descender a la B Nacional.
El domingo deberá superar una prueba clave donde se evaluará su verdadero potencial que se postula como la revelación del Apertura: enfrentará al puntero River en el Monumental. Al respecto, Merlo adelantó que jugarán con “el mismo orden” que exhibieron hasta ahora. “Hay que estar tranquilos y no desesperarnos. No vamos a colgarnos del travesaño ni a variar la forma que tenemos de jugar. La clave es mantener el orden de en estos cinco partidos, y no apurarnos. Debemos sumar partido a partido y estar con calma”, apuntó el técnico.
Informe: Leonardo Castillo.