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› NEWELL’S LE GANO 2-1 A SAN LORENZO
La ilusión rosarina
Con goles de Scocco y Borghello, el conjunto de Gallego se llevó un triunfo clave del Nuevo Gasómetro. Llegó a la punta, le sacó dos puntos a Estudiantes, tres a Vélez y cuatro a River, y ahora espera tranquilo.
Newell’s se afirmó en la lucha del título con un triunfo clave. Con dos goles de sus delanteros juveniles, Ignacio Scocco e Iván Borghello, el conjunto rosarino alcanzó la cima y ahora esperará tranquilo el desarrollo del resto de la jornada.
San Lorenzo arrancó con todo, con la intención de superar a su rival y sacar rápidas ventajas. Así insinuó mucho peligro en esos minutos iniciales. Sin embargo, en la primera aproximación de riesgo, Newell’s se puso en ventaja. Marino recibió un pelotazo por la derecha, le ganó al cierre de Virviescas y llegó hasta el fondo. Allí levantó la cabeza y habilitó a Scocco, que definió derecha a un costado de Ramírez.
Más allá de la diferencia en contra, San Lorenzo siguió siendo más incisivo, e incluso tuvo dos chances clarísimas para igualar. En la primera, el arquero Villar le tapó en dos ocasiones el tanto a Walter García y a Herrera. En la segunda, el derechazo de Lavezzi se estrelló en el palo derecho de Villar. Más allá de esas llegadas, el partido resultaba muy entretenido porque Newell’s amenazaba con liquidarlo de contragolpe. Incluso, con el correr de los minutos, los rosarinos parecían cada vez más afirmados. Pero tal vez en el mejor momento, un error de Ortega posibilitó el empate de San Lorenzo. El delantero entregó mal una pelota hacia atrás y Barrientos aprovechó el regalo para marcar la igualdad.
A partir de allí, el partido se abrió, con chances para los dos, en especial luego de la expulsión de García. Primero tuvo el gol Zabaleta, pero su remate pegó en la cara de Re y se fue al corner. En la réplica, el que acertó fue Newell’s. Ortega abrió a la derecha para el desborde de Vella, que mandó un centro perfecto para el ingreso de Borghello. Y el juvenil no falló. Con un cabezazo perfecto marcó el segundo tanto y desató la ilusión de medio Rosario.