DEPORTES
El cuco del Mundial
Francia es el gran rival de la Argentina en la carrera hacia el título mundial. No jugó eliminatorias, pero su crédito es total: jugadores que brillan en las ligas más competitivas, rendimientos convincentes en los amistosos y la herencia de un fútbol vistoso que parece haber encontrado destacados acompañantes para Zinedine Zidane, la estrella indiscutible del campeón, que opina que “para ganar el título no hace falta motivarse”.
› Por Ariel Greco
“Para mí, éste es el equipo más fuerte de la historia, tal vez mejor incluso que el de 1998.” La frase pertenece a Zinedine Zidane y grafica a la perfección el momento que vive la selección de Francia. Con futbolistas que brillan en las mejores ligas del mundo, con rendimientos más que convincentes en casi todos los amistosos y con el antecedente de haberse adjudicado la última Copa del Mundo y la Eurocopa 2000, el equipo que conduce Roger Lemerre llega a Japón y Corea como uno de los principales aspirantes al título. Por eso, en el análisis previo, aparece como el enemigo más peligroso de la Selección Argentina en el objetivo de ganar el Mundial. Incluso, para grandes personalidades del fútbol, el título no saldrá de franceses o argentinos.
Varios factores se unieron para que Francia pueda ostentar con orgullo la chapa de candidato y se haya convertido en uno de los cucos del torneo. A su tradicional buen juego le agregó una camada de jugadores talentosos, que además adquirió una gran experiencia internacional en los mejores equipos del continente. Y con los títulos obtenidos se sacó de encima el trauma de generaciones anteriores a las que, a pesar de las buenas actuaciones, siempre les costaba ratificar los resultados en las instancias decisivas. La histórica paternidad de alemanes e italianos ya es parte del pasado, ya que Zidane y compañía se encargaron de dejarla en el olvido. Desde ese aspecto, la candidatura no tiene fisuras.
Mientras las demás selecciones pugnaban por disputar el Mundial en sus respectivas eliminatorias, Francia se dedicó a jugar amistosos, con un alto porcentaje de victorias. Apenas cayó 2-1 ante España y ante Chile con muchos suplentes, en el partido de despedida de Iván Zamorano. Pero también cosechó victorias sobre Italia, Brasil, Dinamarca, Japón, Australia y Escocia. En ese período se adjudicó la Copa de las Confederaciones disputada en Japón. Esas actuaciones le permitieron consolidarse como número uno en el ranking de la FIFA, posición que mantiene desde mayo del año pasado. En el último amistoso igualó 0-0 con Rusia, en una labor que no estuvo a la altura de juegos los anteriores.
Es difícil encontrarle un punto flojo al equipo. Una mirada rápida permite vislumbrar una defensa sólida, que hace mucho que juega en conjunto (Thuram, Leboeuf, Dasailly, Lizarazu, más Candela y Silvestre); un mediocampo agresivo y creativo, donde los extremos del rombo, Zidane y Vieira, garantizan magia por sí solos, y, a diferencia del 98, una delantera con gol, ya que Henry y Trezeguet evolucionaron como se esperaba y son atacantes de primer nivel. Incluso entre los suplentes hay garantía de calidad. Tal vez la irregularidad de su arquero Fabien Barthez sea el lado más vulnerable, sobre todo en un torneo tan corto como un Mundial.
El técnico Lemerre está convencido del potencial que dispone, aunque pidió que todavía no se considere a su equipo como un dream team. De la misma forma, aseguró que sus jugadores mantienen el hambre a pesar de los éxitos y remarcó que no tiene miedo a la presión de llegar como favorito.
En los pronósticos, Francia también es el candidato de la mayoría, junto con Argentina. Desde el presidente de la UEFA, Lennart Johansson, hasta Gabriel Batistuta coincidieron en el poderío de Les Bleus. “Creo que el campeón estará entre Francia y Argentina”, aseguró Johansson. Para el goleador, los mejores equipos del momento son la Argentina y el actual campeón del mundo.
Incluso varios técnicos que participarán en Corea y Japón apostaron por la dupla. Para el sueco Sven Goran Eriksson, conductor de Inglaterra, el brasileño Luiz Felipe Scolari y el holandés Guus Hiddink, entrenador de Corea, los rivales a vencer son Argentina y Francia. Hasta Pelé colocó entre su cuarteta de favoritos a las dos selecciones, junto con Italia e Inglaterra.
Una de las contras del equipo francés tiene que ver con la gran competencia a la que todavía están sometidos sus futbolistas, a un mes del debut en el Mundial. Ninguna selección de primer nivel tiene involucradosa tantos jugadores en la definición de los torneos europeos como la de Lemerre. En Inglaterra, el título de la Premier League se decidirá entre el Arsenal, con Henry, Vieira y Wiltord; el Manchester, con Barthez y Silvestre (Blanc renunció a la selección), y el Liverpool, con Anelka. Con Petit y Desailly, el Chelsea jugará la final de la FA Cup.
En España, Zidane y Makelele están en plena pelea por la Liga y la Champions League con el Real Madrid, mientras que en la lucha por el Scudetto, entre Juventus, Inter y Roma están involucrados Trezeguet, Thuram, Dalmat y Candela. En Alemania, Lizarazu y Sagnol son pilares del Bayern Munich.
Más allá del poderío que demuestran tantos jugadores en el máximo nivel, para el técnico es una preocupación extra. Ante tanta competencia exigente, el riesgo de una lesión aumenta. Además, los jugadores casi no tendrán tiempo de desconectarse de sus compromisos con los equipos que ya se tendrán que meter de lleno en el Mundial. En cuanto al desgaste, el primero en sufrirlo fue Robert Pires, que ya está descartado para la Copa por una rotura de ligamentos. El volante del Arsenal era una pieza clave en el esquema de Lemerre y estaba en su mejor momento, tanto que lo eligieron el mejor jugador de la Premier League, por encima de David Beckham y el holandés Ruud van Nistelrooy. Así está Francia, el cuco de Japón y Corea 2002.
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