La fobia anti Le Pen llegó también al fútbol cuando el capitán de la selección francesa, Marcel Desailly, pidió a sus compatriotas que “voten contra Le Pen” en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo domingo, al tiempo que calificó a su partido de “fascista”.
“Me sorprendió el resultado de la primera vuelta, que situó a Jean-Marie Le Pen en segunda posición tras Jacques Chirac (...) Sólo espero que el próximo domingo los franceses afronten sus responsabilidades y vuelvan a la realidad votando contra Le Pen, porque es la democracia la que está en juego”, afirmó Desailly, originario de Ghana, uno de los más fervientes defensores del valor interracial de la selección francesa que se ha impuesto en el último Mundial y en la última Eurocopa, ganadas por Francia.
“Hay un hecho incontestable: su partido es fascista. La política ha templado un poco a Le Pen, que está obligado a tener un discurso suave para presentarse mejor ante los franceses. Pero en el fondo no ha cambiado, es un ser agresivo, intolerante, sus ideas son opuestas a los valores que yo defiendo”, prosiguió.
El futbolista calificó de “inimaginable” que Le Pen “pueda llegar a la más alta función del Estado” e hizo un llamamiento para impedirlo. “Aceptemos que en la primera vuelta los franceses han querido mandar un mensaje que el nuevo gobierno deberá tener en cuenta, sobre todo, sobre la inseguridad, un problema que no hay que negar pero que no debe servir a Le Pen”, señaló.
Muchos jugadores de la selección francesa opinaron sobre el sorprendente resultado de la primera vuelta; y algunos de ellos, como el defensor Willy Sagnol, confesaron no haber votado en la primera vuelta, pero afirmaron que lo harán en la segunda para evitar el avance de la extrema derecha.
Sin embargo, Christophe Dugarry afirmó que no votó y añadió que no lo hará en la segunda vuelta, ya que no se siente “representado por ninguna de las corrientes políticas actuales”.