Colón acumuló su tercera derrota consecutiva en el Clausura al caer como local por 2-0 ante un Arsenal ordenado y contundente, que ganó con dos goles de cabeza. Los dirigidos por la dupla que componen Pizzi y Del Solar jugaron sin fervor y en el final se fueron agredidos por sus hinchas.
Como lo hace siempre, y sobre todo cuando juega como local, Colón apostó a manejar la pelota con el propósito de dominar el desarrollo del partido. Así, con el juego de Giovanni Hernández y Alejandro Capurro en la mitad de la cancha, los santafesinos trataron de afirmarse en el campo adversario pero chocaron con una defensa ordenada que controló con bastante eficacia las iniciativas ofensivas que insinuaron los delanteros locales Cominges y Gandín. Arsenal, en cambio, apostó siempre a los contragolpes de Germán Denis y Javier Morales para tratar de crear peligro.
El equipo de Burruchaga se puso en ventaja con un cabezazo cruzado de Patricio González, luego de un centro cedido por Jorge Núñez, y ese gol no hizo más que llevar intranquilidad y presión a un Colón que fue incapaz de reaccionar durante el resto del encuentro. A diez del final, Arsenal sacó provecho de la impotencia del conjunto rojinegro para marcar el segundo con una jugada de pelota parada que terminó en un cabezazo de Carlos Casteglione. El público local manifestó su malestar con la producción del equipo, arrojándoles proyectiles a sus propios jugadores, quienes debieron esperar media hora para poder abandonar el campo de juego.