San Lorenzo sigue sin levantar cabeza y volvió a caer en una nueva actuación olvidable. Con un gol de tiro libre de Leonardo Pisculichi y un golazo de Claudio Marini, Argentinos lo derrotó 2-0 y agudizó todavía más la crisis de un equipo que se fue insultado por sus hinchas.
Con la presión para salir de la mala racha, San Lorenzo buscó con insistencia marcar diferencias desde el arranque. Y si bien le faltaron ideas, muy pronto dejó en claro los merecimientos para ponerse en ventaja. En base a centros y empuje arrinconó a Argentinos contra su arco, aunque no contó casi con ninguna chance para abrir el marcador. Del otro lado, el visitante se limitó a agrupar gente y a tratar de sostener la igualdad. Recién cuando la presión de San Lorenzo comenzó a mermar, el equipo de Sosa salió un poco del asedio y apostó a algún contragolpe salvador.
Y cuando el partido ya era netamente parejo, Argentinos se topó con la diferencia con un tiro libre de Pisculichi, que encontró una débil oposición de Ramírez. Además, un rato más tarde pudo aumentar con un contraataque de Carrario, pero el delantero se apresuró y remató mordido y desviado. A partir de ahí, los nervios se terminaron de apoderar de los jugadores de San Lorenzo. Entonces, fue lógico que el equipo de Veira exhibiera toda su impotencia a la hora de atacar y casi no inquietara a Gutiérrez. El cierre, decorado con un golazo para un cuadrito de Marini, mostró un clima cargado de tensión, con insultos para dirigentes y jugadores.