A las 18 de ayer, Jorge Benítez se reunió con el vicepresidente de Boca, Pedro Pompilio, y los dirigentes Juan Carlos Crespi y José Beraldi en las cercanías de la Bombonera, el estadio en el que fuera protagonista de tantas tardes de gloria como jugador y de una noche fatal como entrenador. En la cita, Benítez supo que el presidente Mauricio Macri había decidido despedirlo de su cargo, una decisión que, hora y media más tarde, refrendaría la CD en pleno y que, pasadas las 21, se presentaría maquillada como una “renuncia indeclinable”. Hugo Alves dirigirá a Boca el sábado contra Newell’s y buena parte del plantel será licenciado hoy.
Benítez iba a quedarse sin trabajo de cualquier manera, a raíz de la eliminación de Boca de la Copa Libertadores. Pero el detonante de la salida precipitada fue la repudiable reacción que tuvo en la noche del martes, cuando salivó al jugador mexicano Adolfo Bautista, de las Chivas de Guadalajara, cuando éste se retiraba expulsado y custodiado por efectivos de la Guardia de Infantería.
“Benítez se ha dado cuenta de que Boca está por arriba de todos los hombres y que no hay que faltarle el respeto a la institución, comprometer el prestigio centenario del club. Hizo un gesto que lo marca como hombre”, apuntó Macri para disimular lo que, sin dudas, fue un despido: menos de 24 horas antes, el técnico había asegurado que pensaba quedarse hasta diciembre y pedir tres refuerzos. “Se olvidó del superprofesionalismo que debe tener en estos casos, se dio cuenta y por eso presentó su renuncia”, quiso explicar Pompilio.
“Es muy temprano para hablar de eso ahora”, dijo Macri preguntado por la sucesión. Su ilusión es Marcelo Bielsa. Los rumores involucran a Jorge Burruchaga, Julio Falcioni y hasta (nuevamente) Alfio Basile.
“Tuvimos un partido que no ha terminado como nosotros quisimos y le ofrecemos disculpas al Club Chivas porque los incidentes transcurridos en el partido no condicen con nuestra prestigiosa institución”, sostuvo Macri, que anunció que sumariará a los colaboradores del plantel que intervinieron en los incidentes y que colaborará con la Justicia para individualizar al hincha que ingresó al campo a agredir a Bautista.
La decisión de darle salida a Benítez ya rondaba la cabeza de los dirigentes en la noche del martes. Las repercusiones internacionales agregaron leña al fuego. “Lo que pasó en Buenos Aires fue lamentable”, expresó en Frankfurt el director de comunicaciones de la FIFA, Markus Siegles, en la apertura de la Copa de las Confederaciones. La Confederación Sudamericana de Fútbol consideró como “un hecho grave” lo sucedido.
Los directivos se molestaron muchísimo por la actitud de Benítez cuando se produjo el incidente entre Palermo y Bautista, porque no intentó tranquilizar a sus jugadores, y agravó su situación con una conducta impropia de un entrenador, que hizo su carrera en las inferiores del club. Una actitud que acabó en una “renuncia”.