DEPORTES
› LARGO AYER EN CORDOBA EL RALLY DE ARGENTINA
Con los bolsillos sangrando
› Por Pablo Vignone
Luz verde para el Rally de la Argentina y, por lo tanto, para el ilimitado uso de las billeteras. La carrera cordobesa, como cualquiera de las competencias del Campeonato del Mundo, implica placer pero necesariamente gastos siderales, en especial para los pilotos nacionales, aquejados en algunos casos por la relación 3,4:1, que no es la de los diferenciales que utilizarán en la montaña, sino la que existe entre el euro, la moneda del rally, y el peso. La competencia se puso en marcha anoche con dos pruebas especiales en el complejo ProRacing, en las afueras de Villa Carlos Paz, y la primera etapa seguirá hoy por el valle de Punilla. El noruego Petter Solberg (Subaru) lidera con 1s2 de ventaja sobre Marcus Gronholm (Peugeot) y 1s4 sobre Harri Rovanpera (Mitsubishi). El mejor argentino es el cordobés Marcos Ligato (Peugeot), undécimo, a 10s6 de Solberg.
Obvio: los autos no funcionan si no tienen nafta ni caminan sin cubiertas. Para el primer rubro, el campeonato mundial corre con una nafta de 100 octanos, que produce una compañía británica a, por supuesto, precio internacional: cada litro de ese precioso líquido cuesta 5,60 euros, unos 19 pesos, con los que en cualquier surtidor se podrían comprar casi diez litros de nafta. Para que los pilotos argentinos más modestos –la mitad de los inscriptos del rally– no sufran, hay nafta de alto octanaje a dos pesos el litro. Pero no es lo mismo: “con ese combustible se pierden de 20 a 25 HP de potencia”, opina el tucumano Roberto Sánchez. Cualquiera de los coches de punta van a consumir entre 400 y 450 litros en la competencia.
Con el tanque lleno y la billetera más vacía, hay que resolver la cuestión de las cubiertas. Las europeas que calzan los equipos del Mundial (Citroën, Peugeot, Subaru, Mitsubishi, Ford y Skoda) cuestan 300 euros, mil pesos, cada una. El reglamento sólo permite usar 26 como máximo para desandar los 1216 kilómetros del rally; los pilotos argentinos que corren el Mundial de Producción (autos estándares, sin preparación), como Gabriel Pozzo, Sebastián Beltrán o Federico Villagra, tendrán que calzarlas.
Sin embargo, hay un proveedor argentino que vende unas cubiertas fabricadas en Malasia, a “solamente” 165 dólares por unidad. El ahorro es de casi el 50 por ciento, pero se paga un costo adicional: estas cubiertas Silverstone son más duras y pierden tres décimas de segundo por kilómetro de carrera respecto de las europeas.
¿Cuánto necesita un entusiasta para correr esta carrera? Si no es propietario, cerca de 45 mil pesos por el alquiler del auto del Grupo de Producción (o N4), más lo que le cuestan la nafta y las gomas.
Entre las 8 y las 18 de hoy, a lo largo de 468 kilómetros, con 8 pruebas especiales a fondo sobre 162 kilómetros, la billetera seguirá drenando.