DEPORTES
› BALANCE DEL PREMUNDIAL DE BASQUET
Derrota atenuada
› Por A. G.
Antes de viajar a Santo Domingo, Sergio Hernández le dijo a Página/12 que el equipo que iba a participar del Premundial de básquetbol no era una Selección B y que el objetivo era ganar el torneo. Con el resultado puesto, la primera de las sentencias quedó confirmada, mientras que la segunda podría haberse cumplido si es que el brasileño Leandrinho no se hubiese despachado con una actuación tremenda en el último cuarto de la final, cuando anotó seis triples en seis intentos y sepultó toda posibilidad de triunfo.
Pero más allá del segundo lugar final, lo más positivo de la actuación argentina tiene que ver con rendimientos individuales de cara a los compromisos futuros, ya con el plantel completo. Es que el Premundial sirvió para las confirmaciones de algunos jugadores, al tiempo que también dejó espacio para algunas revelaciones, sobre todo pensando a futuro.
Ante el retiro de Alejandro Montecchia de la Selección, el puesto de base es uno de los que Hernández deberá reforzar. Y en ese sentido, la labor de Daniel Farabello resultó importante. Fue el mejor pasador del torneo, estuvo tercero en robos y el equipo sintió su ausencia en la definición. Claro que también fue muy bueno lo de Antonio Porta, que en su primera experiencia internacional estuvo a la altura de las exigencias y se ganó, al menos, otra oportunidad.
Los tiradores, Paolo Quinteros y Julio Mazzaro, (se) demostraron que pueden mantener sus porcentajes a nivel internacional, aunque la gran competencia en ese puesto (Ginóbili, Delfino, Herrmann) les quita chances. En cambio, los aleros Hernán Jasen y Federico Kammerichs sí pueden sentirse ilusionados, tanto por sus rendimientos como porque el retiro de Hugo Sconochini generó una vacante. Entre los internos, Román González y sus 2m10 aprobaron el examen, mientras que el juvenil Juan Gutiérrez sorprendió con su labor y se colocó en la carrera de la sucesión.