Van a cumplirse 20 años de la obtención del Mundial ’86 y el Vasco Julio Olarticoechea, uno de sus protagonistas, se sale de la vaina por tocar la Copa del Mundo de la FIFA –presentada la semana pasada en Mar del Plata, en el marco del Tour del Trofeo que, luego de visitar 31 ciudades en 28 países, culminará el 10 de febrero en Roma–, que sorprendentemente nunca tuvo en sus manos. “Me faltaba ese detalle –confiesa–, poder sacarme una foto alzando la Copa y llevarla a mi casa”. El tiempo ha pasado. “Nos agachamos a sacarnos una foto y nos duelen las rodillas, ya no te podés parar”, dice entre risas y antes de dialogar con Página/12 sobre su experiencia con la Selección, con la que participó en tres mundiales, y sobre sus expectativas con el equipo de José Pekerman para Alemania 06.

–¿Cómo ve a la Selección para este mundial?

–Es un grupo difícil, como casi todos los grupos. En un mundial van siempre los mejores y todos pueden complicarte los planes, te pueden sorprender, como cuando en Italia ’90 nos ganó Camerún, ¿no? Son partidos muy trabados donde un error te puede dejar afuera, porque por ahí, no tenés tiempo para recuperarte. En un campeonato largo podés perder un encuentro, pero en un mundial perdés un partido, por distintos motivos, y te quedás afuera. Es así. Entonces, hay que tener mucho cuidado.

–¿Pero confía en el equipo?

–Tenemos buenos jugadores y hay que ver si Pekerman puede armar el equipo que todos pensamos y queremos, pero hasta que no se juegue, esa duda va a estar.

–Usted disputó tres Copas del Mundo, bastante diferentes entre sí, entonces ¿qué es mejor, llegar como candidato o no?

–Yo viví ir de favorito en el ’82 y nos volvimos en la segunda ronda; viví la etapa de ir en puntas de pie en el ’86 y salimos campeones y nos trajimos la Copa; y en el ’90, en Italia, también casi nos volvemos con la Copa. Por eso creo que es mejor ir en puntas de pie que como favorito, como le pasó a Bielsa, que por tener tanto favoritismo, los rivales comenzaron a achicar espacios y, salvo Inglaterra, que no se metió atrás, que jugó de igual a igual, los demás se metieron atrás y complicaron. Y hoy no tenés a un Maradona que te puede abrir espacios, resolver una situación así.

–¿Qué le gusta de este equipo?

–Me gusta le personalidad de los jugadores, que tienen experiencia internacional, que están jugando campeonatos muy competitivos, con mucha presión. Y eso es bueno, porque les da mucha experiencia. Después, creo que Argentina tiene jugadores de buen pie, pero los muchachos tienen todavía que demostrar, a la hora de comenzar el Mundial, que están para cosas grandes.

–¿Cree que hay que tener especial cuidado con este grupo de la primera fase que ha tocado en el sorteo?

–Cuando escucho que hablan de la zona de la muerte, yo me pregunto qué dirán los otros equipos que tienen en su zona a Argentina, con tanta cantidad de jugadores competitivos. Va a ser un grupo complicado, pero mucho más complicado para los rivales.

–¿Cómo es para usted ver un mundial desde afuera, después de todo lo que vivió con esa camiseta?

–Para mí jugar en la Selección fue parte de un lindo sueño, que ya pasó. Por suerte cada tanto lo puedo revivir, porque la gente por la calle siempre te lo recuerda. Y es increíble cómo nos potenciamos, cada vez tomamos más dimensión. Es un orgullo que uno tiene, que va a quedar para siempre, el hecho de haber ganado el Mundial ’86. Fue un campeonato muy difícil y tuvimos el honor y el orgullo de vestir la camiseta argentina y ganarlo.

–¿Cuál de los tres mundiales que disputó pudo disfrutar más?

–El hecho de estar entre los convocados fue para mí siempre un orgullo. Pero si tengo que elegir, me quedo con el del ’86 por cómo se dio todo: empecé como suplente y terminé jugando como titular.

–¿Con qué entrenador aprendió más de fútbol?

–Con Menotti no estuve tanto tiempo, pero me dejó algunas cosas. Valoro mucho su forma de expresarse y de comunicar el fútbol al plantel. Pero la parte táctica, sin duda, se la debo a Bilardo, por el hecho de haber estado bajo sus órdenes durante ocho años.