El equipo de Jorge Burruchaga derrotó 2-1 a San Lorenzo, que sigue sin encontrar el rumbo. Los hinchas locales terminaron el encuentro pidiéndole al técnico Gustavo Alfaro que se fuera.
San Lorenzo tenía la oportunidad de demostrar ante su gente que está para más de lo que había dado en su debut en el Clausura ante Vélez. Pero no pudo. Cayó por 1-2 frente a Estudiantes, que venía afilado tras su goleada ante Instituto en la primera fecha y volvió a mostrarse sólido, como el candidato que quiere ser en un semestre que es especial, ya que también disputará la Copa Libertadores. La figura del encuentro fue Diego Galván, autor de los dos tantos del equipo platense.
Estudiantes sorprendió en el arranque con un golazo de Galván, en una jugada que comenzó por el lateral derecho con un pase largo de Araujo, que Pavone paró cerca de la medialuna para habilitar a Galván, quien en un movimiento extraño consiguió dominar ante la marca de Montero y sacar luego un violento derechazo cruzado al segundo palo del arquero Saja. Por lo que siguió, lo conseguido por los platenses no pareció casualidad. El equipo de Burruchaga jugó mejor y fue siempre superior. Lo tuvo Calderón dos veces, pero Saja consiguió taparle el primer remate y, el otro, desviarlo al tiro de esquina; después casi grita Pavone, a colocar.
De los locales, muy poco. Se encendía de a ratos Montillo, pero eso solo no alcanzaba para llevar juego hacia la zona de ataque, donde el paraguayo Cardozo esperaba, prácticamente abandonado, la ayuda del pibe Acosta o de Ferreyra, que nunca llegaba.
En el complementario, San Lorenzo salió mejor y más decidido a buscar la igualdad. Venía bien con sus intentos, pero antes de concretar sufrió la expulsión de Paolo Montero por doble amarilla y se desanimó. Estudiantes, por su parte, apostó a liquidarlo de contraataque, esperando el error en ataque de los locales.
Así llegó el segundo tanto del encuentro. Picó habilitado Galván, sin marca a la vista, y antes de ingresar al área sacó otro violento remate de derecha, arriba al primer palo. El partido parecía liquidado, pero Osmar Ferreyra prendió la ilusión de los de Boedo con un golazo de tiro libre y después tuvo su chance Peirone, pero Herrera le tapó el disparo.
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