Con la ausencia de Juan Román Riquelme –que viajó a la Argentina para el funeral del padre de Marcelo Delgado– y de Luis González –a quien el Porto no autorizó–, los integrantes de la Selección Argentina ya confirmados para el Mundial se encuentran reunidos en Madrid con el cuerpo técnico encabezado por José Pekerman. Charlas para fortalecer el espíritu del grupo, cuestiones tácticas, sesiones de videos y análisis de rivales son algunos de los puntos que se están tratando en la concentración de dos días. “El sueño es ser campeón y el objetivo secundario es estar entre los cuatro primeros”, aseguró Hernán Crespo, una síntesis del pensamiento del grupo. En tanto, Lionel Messi confirmó que está en la última fase de su etapa de recuperación y que, tal vez, pueda reaparecer el próximo sábado con la camiseta de Barcelona.

El viaje de Riquelme a Buenos Aires generó cierta polémica, ya que surgieron versiones de que el volante de Villarreal se habría enojado con Pekerman porque el entrenador no citó a Pablo Aimar a la reunión de jugadores de esta semana. Para colmo, cuando arribó a Buenos Aires, Riquelme prefirió no hablar ante la prensa, lo que fomentó todavía más la especulación. Sin embargo, desde Madrid, el ayudante de campo Hugo Tocalli aseguró que el viaje del ex jugador de Boca estuvo autorizado y consensuado. “Nosotros autorizamos a Riquelme para viajar. Lo que pasó es que también lo tenía que autorizar el Villarreal y al final se deformó la información”, comentó el ex entrenador de la Selección Sub-20.

Riquelme jugó el domingo en Madrid, pero por la noche no se sumó a la concentración argentina sino que voló hacia Buenos Aires, para asistir al entierro del padre de Delgado, su gran amigo tras coincidir en Boca. Pese a ello, de inmediato comenzó la especulación de que el viaje en realidad tenía que ver por una molestia con Pekerman, debido a que el entrenador no convocó a Aimar, otro gran amigo desde la etapa de juveniles. Claro que Tocalli lo desmintió de manera rotunda.

Lejos de esa especulación, Hernán Crespo fue uno de los jugadores que dejó en claro los objetivos del plantel a esta altura, a casi un mes del comienzo del certamen. “La gente estará contenta con ser campeón. Depende de cómo se van dando las cosas. Hoy para nosotros el objetivo principal es estar en esa lista de 23. Después de eso, tratar de pasar el grupo y luego veremos. Hay que ir despacito, que es como van llegando las cosas”, indicó el delantero del Chelsea, que se dio un tiempo para expresar su esperanza. “El sueño sería lógicamente ganar el Mundial, y el objetivo secundario, a partir de ese sueño, es estar entre los cuatro primeros. Habrá que ver las circunstancias que te van llevando a llegar a esas metas”, señaló el goleador.

Sobre la actualidad del equipo, Crespo admitió que el rendimiento en los últimos partidos no fue de lo mejor y que eso genera algunas incógnitas, pero también remarcó que confía en que el nivel se levantará. “Hay cosas que seguramente como equipo hay que limar, porque los últimos partidos, a nivel de resultados, no nos han llenado de satisfacciones. Pero, al mismo tiempo, estoy muy tranquilo, porque hay muy buena materia prima y hay posibilidad de trabajar juntos durante un mes. Estoy tranquilo. Después lo que puede pasar siempre en la Copa del Mundo queda supeditado a esta competición”, indicó el flamante campeón en la Premier League.

Para fortalecer su razonamiento, Crespo recordó el ciclo de Marcelo Bielsa, cuando un mal Mundial determinó que quedaran sepultadas muchas virtudes anteriores. “El pasado enseña que si te va muy mal en la Copa del Mundo se olvidan los cuatro años fantásticos que hiciste antes. Y es lo que pasa ahora. Si nos va bárbaro... ¿Quién se va a acordar de que perdimos contra Croacia en el último minuto?”, se preguntó.

Mientras tanto, para Lionel Messi su prioridad pasa por la reaparición. “Estoy recuperándome. Ya me queda poquito y ésta me parece que es mi última semana. Y, si todo sale bien, ya voy a empezar”, indicó el delantero, que todavía sueña con poder actuar ante Arsenal en la final de la Champions League, aunque no se quiere adelantar. “Tengo la experiencia de lo que me pasó. Sé que si me pasa algo ahora no hay más tiempo, así que por eso quiero estar ciento por ciento seguro de que estoy bien”, dijo Messi, quien aseguró no sentir presión por las esperanzas que están depositadas en su juego: “No es una presión que la gente hable de mí. Es un halago y me pone muy contento”.