No le llevó mucho tiempo a Andrés Nocioni adaptarse a la NBA. En su primera temporada con los Chicago Bulls ratificó todo lo bueno que de él se sabía y se ganó un puesto entre los grandes. Ahora, en el Mundial de Japón, que comienza el sábado, afronta junto a Manu Ginóbili el desafío de liderar a la selección argentina, subcampeona del mundo hace cuatro años y medalla de oro en Atenas 2004, en la misión más difícil: mantenerse en la cúspide del básquetbol internacional.

–¿El hambre por ganar es el mismo después de haber conquistado un oro olímpico?

–En nuestro caso, creo que sí. Este equipo se basa en la garra, en las ganas de ganar, y vamos al Mundial con la misma ambición de siempre, más el plus que da la experiencia. Queremos demostrar que todavía estamos bien.

–¿Para ustedes este campeonato significa una ratificación, una continuidad o una culminación?

–Tiene que ser una continuidad, un torneo más, y la clave será mantenernos unidos como hemos estado hasta ahora. Es una nueva meta para este equipo, y muy importante, porque en Indianápolis perdimos la final, y ésa será nuestra mayor motivación. Yo preferiría que me pidieran estar entre los seis primeros y no que hay que ser campeón sí o sí.

–Estados Unidos llegará motivado después de dos grandes torneos sin medallas. ¿Sabe si toman el Mundial como una revancha?

–Nunca se sabe cómo encaran estos campeonatos. También se dijo que en Atenas iban a buscar la revancha por lo de Indianápolis y no pasó nada. El jugador de la NBA está muy cerrado en su propia competencia, y para ellos ser campeón del mundo es ganar la NBA. Tengo la intuición de que lo tomarán como un torneo más, lo que no significa que dejen de ser los candidatos número uno al título. Tienen un equipo de muy alto nivel, como para aspirar al campeonato. Van a pelear los primeros puestos fácilmente y ganarles será muy complicado, pero no imposible.

–Hay quien dice que existe un gen competitivo, ¿qué piensa?

–Que sí existe, no lo tiene todo el mundo, y el que lo tiene hace la diferencia. Hay equipos que van con mucho talento pero poca ambición y acaban siempre con problemas entre ellos, jugando mal, no haciendo la defensa correcta... El equipo que no pierde nunca la competitividad se puede sostener en lo más alto. Ese es mi temor, porque el inconsciente suele jugar malas pasadas. El Mundial será un test para saber si somos capaces de mantener la ambición.

–¿Existe una estrategia ideal para jugar estos torneos y no llegar agotado a los cruces importantes?

–No, nosotros en Indianápolis queríamos ganarles a todos. Unos pueden tomarlo como un error y otros como una manera de crecer en confianza para los siguientes partidos. En los Juegos Olímpicos, simplemente, España no tuvo suerte en el cruce y no supo resolver el partido contra Estados Unidos. Pero ni siquiera diría que Argentina es mejor equipo; de hecho, nos han ganado varias veces, y siempre muy bien.

–¿Veremos un Mundial NBA o un Mundial FIBA?

–FIBA, sin dudas. Por más que cada vez haya más jugadores del básquetbol europeo en la NBA, cuando llegan los Juegos Olímpicos o los mundiales se vuelve a las raíces. Somos nosotros, los que estamos jugando en Estados Unidos, los que tenemos que readaptarnos al estilo de juego del resto del mundo.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.