DEPORTES
El tenis argentino está viviendo su mejor momento
Por primera vez en la historia, seis jugadores argentinos se metieron entre los primeros 50 del ranking de la ATP: Nalbandian, Cañas, Gaudio, Chela, Zabaleta y Calleri, en un año con varias conquistas en torneos profesionales, la semifinal de la Copa Davis y hasta títulos en la WTA.
Parece mentira que, en el terrible momento que vive la Argentina, sea probablemente éste el mejor momento del tenis vernáculo en toda su historia. Nada que ver con las eras de Guillermo Vilas o Gabriela Sabatini. Al menos para las listas oficiales de la ATP o la WTA, el tenis argentino jamás vivió una época tan esplendorosa. Y es así porque, por primera vez en la historia, hay seis tenistas locales entre los primeros 50 del ranking de la ATP, y tres tenistas entre las top-100 de la WTA.
La gran actuación de David Nalbandian en Wimbledon, donde resultó finalista, o la de Clarisa Fernández en Roland Garros, torneo en el que alcanzó la semifinal, son las notas destacadas de un año fructífero en resultados, con tres títulos ATP (Cañas en Chennai, Nalbandian en Estoril y Gaudio en Mallorca) y uno en la WTA, el que consiguió el domingo Mariana Díaz Oliva en Palermo, coronando un fin de semana con argentinos al mejor nivel: Gaudio fue finalista en Gstaad, Agustín Calleri llegó a las semifinales de Bastad, y Gisela Dulko fue semifinalista en Casablanca.
Hace cuatro años, cuando Chile vino a jugar Copa Davis al Buenos Aires Lawn Tennis con el número uno del mundo en su equipo, Marcelo Ríos, la Argentina no tenía un solo jugador entre los cien mejores del mundo. Ayer, el ranking de la ATP reveló que son seis los argentinos no ya entre los top-100 sino entre los mejores cincuenta: David Nalbandian (14º), Guillermo Cañas (19º), Gastón Gaudio (24º), Juan Ignacio Chela (28º), Mariano Zabaleta (43º) y Agustín Calleri (46º). Tres de ellos -Nalbandian, Gaudio y Calleri– consiguieron ayer sus mejores ubicaciones en el ranking, y la Carrera de los Campeones, que mide la producción tenística del 2002, los muestra a todos ellos en posiciones similares, aunque Nalbandian está allí a un paso del Top-10. No ha de ser casualidad, entonces, que con estos jugadores el equipo de Copa Davis haya llegado, en su regreso al Grupo Mundial, a la semifinal del torneo, que disputará ante Rusia en Moscú dentro de dos meses.
Una prueba del crecimiento tenístico lo marca el detalle de que sólo España cuenta, como la Argentina, con seis jugadores colocados entre los cincuenta mejores del mundo. Una potencia como Estados Unidos, que gasta 10 millones de dólares anuales en promocionar juveniles, tiene cinco tenistas y siguen Francia (5), Suecia (3), Australia (2), Inglaterra (2), Rusia (2) y Alemania (2).
Hasta la devaluación, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) consagraba 300 mil dólares por año al Programa de desarrollo de jugadores juniors y juveniles. Buena parte de ese esfuerzo estuvo destinado al tenis femenino, que ayer también supo de un momento de satisfacción, ya que Mariana Díaz Oliva volvió a meterse, gracias a su título en Palermo, entre las mejores 100 del mundo, aunque alguna vez estuvo entre las top-50. Ubicada en el puesto 90º, quedó detrás de Paola Suárez (33º) y Clarisa Fernández (38º).
Ayer, David Nalbandian cayó en la primera ronda del torneo de Umag, Croacia, al perder 6-4, 6-3 ante el español David Ferrer. Edgardo Massa perdió 6-4, 6-2 con el local Zeljko Krajan. En Amsterdam ganaron Juan Ignacio Chela, 6-2, 6-4 al sueco Andreas Vinciguerra, y José Acasuso batió 6-1, 6-3 a Michael Russell.