El fallo es esperado como una señal. Distintas fuentes del ámbito judicial estiman que la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, integrada por los jueces Guillermo Tragant, Angela Ledesma y Eduardo Riggi, con su condena para los principales líderes de la barra brava de Boca, dejará otra huella indeleble en la lucha contra los violentos del fútbol. Mañana a las 10 se dará a conocer la confirmación de la sentencia que un Tribunal Oral les había impuesto a Rafael Di Zeo y otros cinco integrantes de la Doce en septiembre de 2005, por “coacción agravada por el uso de armas”.

Sólo un recurso extraordinario les permitiría zafar de la cárcel si la Sala III no disminuye el monto de las penas contra los acusados, todos condenados a más de tres años de prisión. Pero si aquel recurso es denegado, los barras tendrán los días contados en libertad, justo en la semana que puede quedar decorada con una nueva vuelta olímpica de su equipo.

“En proporción al delito que se les imputa, las penas a Di Zeo y compañía son más duras que las recibidas por José Barritta y su grupo cuando fueron sentenciados a prisión”, le comentó a Página/12, el abogado Marcelo Parrilli quien patrocinó a los padres de Angel Delgado y Walter Vallejos, los dos hinchas de River asesinados el 30 de abril de 1994 por la barra de Boca.

El letrado, luego de la condena penal que recibieron el “Abuelo” y Miguel “Manzanita” Santoro –ya fallecidos–, Fredy Cáceres Romero y Marcelo Fabián Aravena, entre otros, continuó con una causa civil contra estos integrantes de la Doce y el propio club. Esa demanda acaba de entrar a sentencia en el Juzgado de Primera Instancia N 72, a cargo del doctor Luis Alberto Dupou.

Por otra parte, Gerardo Pardo, uno de los abogados de la Subsecretaría de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos que conduce Javier Castrilli, explicó cuáles serían los próximos pasos legales, una vez que el Tribunal de Casación anuncie las penas para los barrabravas: “A partir de la lectura del fallo que implica una notificación, los condenados tienen diez días hábiles para pedir ante la Sala III que les conceda un recurso extraordinario ante la Corte. Si se les confiere, Di Zeo y los demás continuarían en libertad hasta que se pronuncie la Corte; caso contrario, la condena se hará efectiva”.

El doctor Pardo agregó que si aquel recurso fuera rechazado “debería hacerse operativa la detención, aunque aún tendrían la posibilidad de ir en queja ante la Corte”. Como fuere, en cualquiera de los escenarios planteados, el jefe de la Doce y quienes corren el riesgo de ir a prisión, su hermano Fernando, Armando “Oso” Pereyra, Fabián “Topadora” Kruger, Juan Antonio Castro y Diego Rodríguez, todavía tienen alguna carta para jugar.

Todos ellos habían sido sentenciados a penas que van desde los 3 años y seis meses a 4 años y medio de prisión por el Tribunal Oral N° 6 integrado por los jueces Guillermo Yacobucci, Ricardo Rongo y Leonardo De Martini, luego de los graves incidentes ocurridos en la Bombonera el 3 de marzo de 1999, cuando se disputaba un partido amistoso entre Boca y Chacarita. En aquella ocasión –que no sería la primera ni la última desatada por la enemistad entre las dos barras bravas–, Miguel “Pajarito” Benedetti, uno de los agredidos, fue apaleado y acuchillado por algunos de los condenados ante las cámaras de televisión. En esa época, el fútbol desbordaba de violencia igual que ahora.

“La sentencia de la Cámara de Casación ya está escrita y podría ser una muy buena señal en este momento”, describió otra fuente. Y asimismo ponderó que “todo indica que el fallo no incurre en ninguna arbitrariedad ni viola las garantías constitucionales como para que sea aceptado el recurso extraordinario”. Si así fuere, con la ratificación de las condenas, Di Zeo y su guardia pretoriana estarían más temprano que tarde entre rejas.