El Vaticano quiere participar en el calcio, competir por el Scudetto y quiere enfrentarse al Inter de Milán, a la Juventus de Turín o a la Roma, por ejemplo. Al menos eso es lo que desea el secretario de la Santa Sede y número dos del Vaticano, Tarcisio Bertone, que declaró que aspira a competir en las ligas internacionales y nacionales. Los colores de la vestimenta de los futbolistas del equipo de la Santa Sede serían lógicamente los de la bandera vaticana, es decir, amarillo y blanco.

Que a Bertone le gusta el fútbol no hay dudas: usó una definición futbolística para comparar a los papas Benedicto XVI y Juan Pablo II. “Karol Wojtyla era un delantero fantástico, mientras que Joseph Ratzinger es el típico mediocampista, director del juego”, dijo. Cuando Ratzinger fue elegido Papa, declaró: “La Iglesia encontró a Beckenbauer”.

Bertone, que fue arquero en su juventud, llegó a comentar en la televisión local de Génova partidos de la Liga italiana y es un declarado seguidor de la histórica Juventus. El periódico italiano La Repubblica publica que si se hace realidad el proyecto, el equipo de fútbol recibiría la bendición papal.

El cardenal Bertone dejó abierta la cuestión: ¿el Vaticano será un equipo de Liga o un seleccionado nacional? Un vocero de la Unión Europea de Fútbol, William Gaillard, apoyó la idea del cardenal. “El Vaticano es un Estado soberano reconocido por Naciones Unidas, y nosotros no tendríamos problemas en aceptarlo como miembro.” Si eso sucediera, si Bertone opta por un equipo de Liga, éste podría jugar las Copas europeas; una selección, en cambio, podría participar de las Eliminatorias sólo si la FIFA acepta darle membresía.

Hace algunos días, una “selección” de sacerdotes –entrenada por el ex técnico de Primera Renzo Ulivieri– jugó un amistoso con los presos de la cárcel romana de Rebibbia, aunque para la historia terminaron perdiendo 4-3.

Bertone ya tiene inferiores para formar el equipo. “Podríamos elegir de nuestra universidad pontificia a los mejores y construir un magnífico equipo”, declaró la semana pasada. “Si, por ejemplo, tomáramos a todos los estudiantes brasileños de nuestras universidades, el equipo sería formidable.”

También recalcó que en el Mundial que se celebró en 1990, en Italia, “42 jugadores provenían de centros salesianos”. Y es que a los religiosos parece que no se les da mal el fútbol: el cardenal portugués José Saraiva Martins llegó a jugar con Garrincha.

Otro cardenal, seguidor de la Roma, Fiorenzo Angelini, comenta los partidos de la Liga en Sat 2000, la televisión de la Conferencia Episcopal italiana. Todos esperan poder animar a su equipo en breve: el problema va a ser dónde jugar como local: el patio de San Pedro no tiene las medidas reglamentarias...

Antes de la creación del equipo, Bertone ya puso en marcha la Copa Clerical, el primer campeonato de equipos formados por religiosos, que contará con 16 equipos. Eso sí: los partidos se jugarán entre semana, para no interferir con los servicios religiosos del domingo.