Los héroes de la clasificación ante Vélez no respondieron igual ante Libertad y Boca apenas empató 1-1 ante los paraguayos por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Tanto Riquelme como Caranta fallaron en dos jugadas clave y ahora el equipo está obligado a convertir un gol en la revancha en Asunción, el jueves que viene.

Boca arrancó con la idea de empezar a liquidar rápido la serie. Utilizó mucho juego de pases y buscó desequilibrar a Libertad con la velocidad de Palacio. En los primeros cinco minutos, pareció que la tarea iba a ser sencilla, sin embargo, esa impresión apenas duró un rato.

La tarea de los paraguayos se limitó a agrupar gente en el fondo y buscar a Rodrigo López, el único delantero, siempre acompañado por la llegada de los mediocampistas. Fue por eso que las primeras chances claras fueron para los visitantes. A espaldas de Clemente Rodríguez, el volante Aquino supo explotar los espacios libres y con dos disparos desde el borde del área casi vence a Caranta.

A esa altura, Boca sufría más el partido que lo que lo podía jugar. Bien marcado Riquelme y con los volantes sin precisión ni dinámica, al equipo de Russo le costaba generar posibilidades de riesgo.

Por más que Boca tenía la pelota la mayor parte del tiempo, el dominio estratégico del juego les pertenecía a los visitantes. Recién sobre el final de la etapa, y más por empuje que por fútbol, el equipo local pudo inquietar a Bava. El responsable fue Riquelme, que primero estuvo cerca con un cabezazo y luego ejecutó un tiro libre que dio en el palo.

No cambió demasiado el panorama en la segunda mitad, Boca siguió yendo sin mucha claridad y terminó chocando contra la segura última línea paraguaya. Además, Libertad se animó a algo más, con lo que tuvo dos ocasiones clarísimas para abrir el marcador. Primero con un cabezazo de Ricardo Martínez y después con un mano a mano que no resolvió bien Marín. Así y todo, sin marcar diferencias, Boca tuvo una ocasión muy propicia para encarrilar el partido. Con un penal que le cometieron a Riquelme, pero que el propio volante desperdició con un remate débil y anunciado.

Estaba claro que a esa altura del juego, Boca sentía el peso de los partidos acumulados. Obligado a ir y sin el estado físico necesario, quedó expuesto a alguna réplica visitante. Hasta que llegó la jugada fatídica para Caranta. Un tiro libre aparentemente sencillo de Osvaldo Martínez se le escurrió cuando el arquero intentó desviar la pelota al corner. Sólo con garra Boca se le fue encima a Libertad en busca del empate. Lo consiguió a través de Palermo, pero el asistente José Navia se lo anuló por una inexistente posición adelantada de Clemente Rodríguez en la jugada previa. Igual el goleador tuvo su premio con un rebote que quedó en el área.