El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, incineró al plantel de la selección de su país que jugó el Mundial 2006 en Alemania al revelar públicamente que los jugadores volvían de madrugada y borrachos a la concentración. “¿Cómo es que un atleta puede llegar a una Copa pesando 98 kilos? –se preguntó el dirigente, recientemente reelecto al frente de la CBF, en referencia a Ronaldo–. Yo peso casi eso y no soy deportista.”

Brasil fue eliminado en cuartos de final, la misma instancia en la cual Argentina dejó el Mundial, al caer 1-0 con Francia. “Había jugadores que llegaban entre las 4 y las 6 de la mañana borrachos –expresó Teixeira, sin identificarlos–. Era obvio que aquello no iba a funcionar. ¿Cómo nadie veía eso?”, se quejó el dirigente, que insinuó que al entrenador de entonces, Carlos Alberto Parreira, “le faltó firmeza y por éso es que se precisa disciplina, ese es el papel de (el actual técnico) Dunga”. Teixeira no reparó en el hecho de que Dunga es discípulo de Parreira.

El directivo aseguró además que hay que “buscar otro Ronaldo” porque “¿cuántos años tiene hoy? ¿Cuántos tendrá en 2010?” se preguntó. “No desaprobaría que el entrenador Dunga no lo citara más.”

El jefe de la delegación brasileña en Alemania, Marco Polo del Nero, replicó que nunca supo de los supuestos excesos alcohólicos de los jugadores. “Si eso ocurrió, yo no lo vi, porque la comisión técnica debe haber escondido muy bien esos sucesos”, dijo.